Verónica nos contó su historia como Escort en México y asegura ganar un promedio de 1.500 dólares en un día. Y es que las chicas guapas que trabajan en esta profesión, están muy solicitadas. Pueden hacerse de oro. 1.500$ al día gana una escort en México y Colombia .
Verónica vive desde hace algún tiempo en México, es colombiana y ha decidido explorar nuevos horizontes. Asegura que a pesar de no estar residiendo legalmente en el país azteca, considera que su nivel de vida es bueno, pretende estabilizar su situación y seguir disfrutando de su profesión.
Distinto a cualquier otro testimonio de este tipo, esta hermosa mujer de tez morena, alta y con un cuerpo muy bien definido, notablemente formado gracias a entrenar durante varias horas en un gimnasio, trabajó en Colombia como las mujeres prepagos Cali.
El testimonio de Verónica
“No importa lo que digan, aunque no me enorgullezco de lo que hago y quiero estudiar una carrera en el área de sistemas, debo decir que este trabajo me ha proporcionado una estabilidad económica…decidí venir a México porque varias amigas me aseguraron que en esta zona se puede ganar un poco más de dinero”, comentó.
Con una amplia sonrisa y en tono sincero, asevera que le gusta proporcionar placer tanto a hombres como a mujeres. “Gasto buena parte de mi dinero en maquillaje, gimnasio y ropa, siempre estoy bien presentable para mis clientes, quienes suelen llevarme a sitios lujosos y a relacionarme con alguna que otra figura de alto nivel social”.
Y es que Verónica afirma ganar en promedio unos 1.500 dólares al día, dependiendo de los servicios que ofrezca esa noche. Una hora tiene una tarifa de 200 dólares, si atiende a parejas ésta aumenta; si quieren alguna escena especial, cambio de roles, tríos u otras acciones, tienen todas las tarifas diferentes, “depende de lo que el cliente quiera”, dice.
“No vamos a mentir. Lograr que el cliente se sienta relajado y excitado como si estuviera con su pareja, por lo general hace que se quede mucho más tiempo y eso es beneficioso para mis bolsillos”. expresa con mucha picardía.
“Mi fotografía la encuentras en algunos sitios web”, afirma. Para esta profesional de los servicios sexuales, las nuevas tecnologías han sido su mejor herramienta y una gran prueba de ello es que lo asegura con el último modelo de iPhone en su mano, al tiempo que lo maneja con gran habilidad, aún teniendo unas uñas sumamente largas y delicadamente decoradas.
Gran número de clientes la buscan como putas df y allí se describen los servicios que ofrece con los costes bien detallados. Verónica dice que le encanta el sexo anal, dar besos en la boca, ofrecer masajes eróticos, masturbación, y se involucra al 100% con sus clientes durante el tiempo que la hayan contratado.
Algunas peticiones inusuales
Aunque cada vez hay más naturalidad al hablar de estos temas y sintiéndose Verónica tan segura al expresarse sobre los mismos, confiesa que no deja de sorprenderse de algunas peticiones que le han hecho sus clientes, que a su juicio son un poco extrañas o inusuales.
Por ejemplo, – cuenta – “en una oportunidad atendí a un cliente que sólo quiso masturbarse, nunca me tocó. En otra ocasión, sólo me pidieron mis prendas íntimas para tocarse mientras las olían. No tengo problemas siempre y cuando se mantenga la armonía y el ambiente adecuado para que ambos nos sintamos cómodos” – dice -, mientras eleva un poco sus hombros como señal de no entenderlo mucho pero aceptándolo finalmente.
Por otro lado, hacer realidad fantasías sexuales es muy común, así que tener un guardarropa con disfraces tradicionales acordes al oficio siempre es necesario. No hay quien se niegue a la ilusión de crear historias, incluso guiones que se aplican para crear escenas donde se recreen situaciones de exhibicionismo, violaciones, o sesiones de sadomasoquismo que son vistas como normales.
Otros fetiches también se complacen, desde los más conocidos hasta los que son bastante extraños como la mecanofilia (personas que se excitan teniendo sexo encima de coches o motocicletas); el parcialismo, el cual consiste en excitarse con una parte específica del cuerpo, siendo el más común la podofilia (excitarse con los pies o tacones); o la hibristofilia, a la cual se ha hecho mención de cierto modo, ya que se trata de las personas que consiguen placer al sentirse atraídos por criminales o violadores. También se ven casos de personas con el fetiche denominado ursusagalamatofilia, que hace referencia a la excitación por personas que presentan características o proyectan cualidades de animales.
Edades de sus clientes
A esta mujer de 28 años le gustan los hombres jóvenes y fuertes, dice que son los que dan menos trabajo, suele ser todo más natural y el disfrute es superior, mientras que algunos hombres que se ubican por encima de los 40 años, pueden presentar problemas de erección y eso requiere de un poco más de mimos, e incluso poner a trabajar más las manos. “He llegado a quedar un poco entumecida cuando un miembro no quiere ceder a una buena erección. Pero no es culpa mía”, aclara.
Por lo general, son los hombres mayores los que contratan sus servicios, una buena parte de ellos son doctores, empresarios, ingenieros y no hace diferencia entre los que son casados o solteros. Son frecuentes las citas con hombres casados en horas de mañana, mientras que también es muy solicitada por parejas para hacer trios e incluso orgías.
Sobre los peligros de la prostitución en países latinos
Son públicos y notorios los casos de homicidio y violencia de género en países como México y Colombia, donde la prostitución es altamente señalada, sin embargo, considera que sus protocolos de seguridad funcionan óptimamente. Explica que no trabaja sola y que poder contar con el respaldo del servicio que ofrece a través de Internet la hace sentir segura. Procura tener una cartera de clientes frecuente, aunque siempre está abierta a probar nuevas experiencias.
El círculo donde se desenvuelve es exclusivo y es un ambiente agradable e incluso bastante formal. “La discreción es la premisa para el servicio que prestamos y así los clientes lo han podido comprobar, por lo que tenerlos de vuelta con regularidad es una señal clara de la calidad”. Por tanto 1.500$ al día gana una escort en México y Colombia, y cada vez de forma más habitual.