Carolina Abril pillada por la calle es un vídeo porno de la web Putalocura. Los autores: Carolina Abril y Torbe. Y es que el rey del porno español ha dado a conocer a muchas estrellas del porno. Nadie habría imaginado que esta chica, tímida y con aparato, triunfara en el porno.
Así fue cómo vimos a Carolina Abril pillada por la calle
Vemos a Carolina Abril cuando era una adolescente. Realmente parece una chica casi menor de edad, muy simpática e inocente. Tiene una sonrisa muy simpática y el aparato de dientes que marcó su adolescencia. Nadie podría imaginarse que esta chica acabara siendo una de las pornstars españolas más famosas. Aunque hay que reconocer que (entre risitas) habló con desparpajo sobre sexo. Torbe le hace una entrevista caliente, mientras ella juega sensualmente con su edad. No tiene el DNI a mano, pero aun así el juego sexual continúa. Habla sobre que ha tenido sexo, de cómo liga y sobre las ofertas indecentes de los chicos. Finalmente le ofrece 500 € y acepta.
La primera mamada Carolina Abril grabada
Como siempre ocurre en la serie Pilladas por la calle, de Torbe, lo primero que hace es desnudarse. A pesar de esa sonrisa pícara y su rostro tan infantil, tiene un cuerpo impresionante. No tenía ningún reparo en desnudarse y tener sexo. Nunca dudó. Sin embargo hablaba como con timidez, que la hacía aun más sexy. Cuando se puso a hacerle una mamada al gordito de Torbe, quedó claro que de niña no tenía nada. Cómo jugaba con su lengua en la polla, su mirada a la cámara y su piercing de la lengua. Realmente parecía ya toda una diosa del sexo, si no fuera por el aparato de la boca. Incluso había momentos en que su imagen con los dientes partidos y metálicos contribuía a elevar el calor de la escena. Lo hacía todo sin dudar, sabiendo que estaba dando mucho placer y regalando la visión de su cuerpo perfecto.
Sexo con Carolina Abril pillada por la calle
Después llegó el momento de la penetración. Carolina agarró la polla de Torbe y se la metió en su coño. Lo hizo a la primera y empezó a cabalgar cada vez con más fuerza. Su mirada pícara y su cuerpo dan mucho morbo a esa visión. Menudo culo tenía ya entonces. Y menudos pechos, tal vez un poco pequeños, pero bien firmes y con los pezones erectos. Luego ella se puso a cuatro patas, mientras el gordito le daba fuerte por detrás. Ella miraba a la cámara como diciendo: me iré pero seguirás pensando en mí en tus momentos de intimidad. Se la veía disfrutar. Volvieron a cambiar de postura. Esta vez el que cabalgaba era Torbe, mientras la niña abría las piernas y las pegaba a sus hombros, mostrando una gran flexibilidad. Y todo acabó con una corrida en toda la boca… con el aparato.
