En Milanuncios Julio y yo pusimos varios anuncios. Uno de ellos fue para buscar otra pareja liberal con la intención de hacer intercambio. El chico de una pareja madura lo vio y respondió. Pasamos del email al WhatsApp y por ahí empezamos a conocernos.
Nos caímos bien y nos citamos para una cena en nuestra casa con la intención de hacer intercambio de parejas después. Sin embargo parecía muy obsesionado con que le mandara fotos mías desnuda y no lo hice, porque pensaba que era un chico solo. Pero finalmente se presentaron a cenar la pareja. Junto al hombre, de unos 50 años, venía su mujer de 48. La chica era rubia de bote, delgada y muy sexy.
Vestía con transparencias y tacones. El hombre tenía un poco de entradas, pero se le veía interesante. Así que nos propusimos a tener una velada muy divertida. Hablamos los 4 y congeniamos bien. Julio y el hombre no paraban de hablar de sus cosas, mientras nosotras hablábamos de cosas de chicas. Todo fenominal. Después de la cena dijimos de cantar un poco, con el Singstar de la PlayStation 2. Y, tras esto jugamos a un juego muy divertido que se llama Locura en la jungla, también de la Play 2. Pero, para hacerlo más interesante dijimos de quitarnos una prenda cada vez que uno perdía. Como ellos eran novatos, les dejamos unas partidas de prueba y después nos pusimos enserio. Todo esto acompañado con alcohol. Nosotros teníamos varias botellas y además ellos habían traído licores y vino para la cena, así que de eso no faltó.
Tras varias partidas los hombres se desnudaron más que nosotras. Yo desde luego, que sé jugar muy bien casi no me quité nada. La rubia sí se quitó, pero como era tímida le perdonaron en varias ocasiones. Al mismo tiempo Julio le acariciaba con suavidad de la rodilla hacia arriba. Cuando se tuvo que quitar las medias se retiró detrás, pero más tarde (que ya estaba más contenta), se quitó las bragas delante de todos.
Entonces Julio aprovechó para acariciar su pierna llegando hasta casi la zona de la ingle. Pero no quiso llegar mucho más lejos porque el marido de la rubia era el más parado de los cuatro ya que no me tocó ni nada. Cuando Julio y él se fueron, yo me quedé con la rubia y me dijo que no estaba segura de hacer nada, pero que nos fuéramos los tres al cuarto y yo le dije que si ella no iba yo tampoco, solidándome con ella. Cuando vinieron los chicos al marido de ella le sentó mal que no quisiéramos hacer nada y se fueron.
Al día siguiente estuvimos hablando por WhatsApp y la rubia parecía más convencida. Parecía que el fin de semana próximo por fin podríamos hacer algo.
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