Para el público LGBT llega Duck Butter, una película erótica de 2018 que se puede ver en Netflix. Tiene buena cantidad de erotismo para pasarlo bien en pareja. Hablamos de dos sensuales chicas que, al buscar una aventura, terminan con un reto de sexo por 24 horas. Con una temática un tanto predecible pero aun así dejará un poco desconcertados a los espectadores.
Entre una noche de copas
Dos chicas se conocen en un club nocturno, ambas son lesbianas y mantienen tensión desde el primer encuentro. Naima venía de un fuerte día de trabajo y nada que no complaciera una bebida. Ya Naima tenía una impresión de Sergio (Laia Costa, a la que también puedes ver en Newness) cuándo esta bajó a besar una desconocida. Al parecer estaba dispuesta a todo.
Después de unas bebidas ambas entraron a la cama, seducidas una por la otra en juntar sus coños. Entre besos, tocadas y lengüetazos el éxtasis se apoderaba de ellas y lo pudimos ver en sus caras. El placer que vivían era eso: las chicas saben lo que otras chicas quieren.
Luego de su primera noche, Sergio le propone a Naima un día completo de puro sexo, pero Naima se resiste. Sin embargo, esta última vuelve al día siguiente y acepta el trato.
24 horas de sexo
Sergio al principio no estaba convencida sin embargo aceptó. En esa noche se vivieron diferentes orgasmos. Naima y Sergio disfrutaron de un orgasmo por hora, una noche de placer y fluidos entre chicas calientes. Tocándose, hundiendo sus caras entre sus nalgas, haciendo gemir una a la otra. Un festival de sexo que no se olvidará. Un excelente intento de reto, 24 horas de puro placer, conocerse desde adentro y satisfacer todas las curiosidades sexuales.
La cara de Sergio (Laia Costa) tan angelical nos deslumbra mientras se muerde los labios de placer. Las tetas de Naima, mientras estén saltando de placer, no podemos pedir más en esta película.
La orgía fallida
Dentro de las últimas escenas las chicas intentarían tener una orgía con sus amigas Ellen y Glow. Las chicas acceden y empezaron los besos entre Ellen y Glow que estaba dispuesta a todo. Luego se sumó Naima para empezar a calentarse, pero al final nos quedamos con las ganas. Aunque teníamos unas chicas dispuestas y la escena hubiese quedado entre las mejores, no se dio nada.
Al imaginarnos las 4 chicas dándose placer, usando sus lenguas y sus dedos para complacerse y gimiendo al unísono. Todas de perrito lamiéndose el coño una tras otras disfrutando. Nos quedaremos con las ganas de ver tantos coños rozándose en la película.
A Duck Butter le damos una puntuación de 4 sobre 5. Gracias a sus escenas que son de sexo explícito y su interminable contenido sexual. Tiene un buen tema, aunque la crítica la valore no demasiado bien.
