El confesionario es una película de Jenny Forte (una aprendiz de Mario Salieri) de 1998. El párroco de una iglesia recibe todo tipo de confesiones sexuales, por parte de mujeres atractivas. Debido a su falsa vocación tendrá fantasías, se aprovechará de las pecadoras y hasta será el centro de un gran escándalo.
Créditos
Título original: Il confessionale- Año: 1998
- País: Italia
- Duración: 94 minutos
- Género: Pornografía, religión
- Director: Jenny Forte
- Reparto: Laura Conti, Judith Bodor, Isabelle Danton, Alba Foster, Silvio Evangelista, Rosa Giampaolo, Danila Giannatempo, Marianna Janson, Diana Huldiman, Alize Joung, Caterina Lievacic, Jean-Yves Le Castel, Vivien Martines, Francesco Malcom, Walter Midolo
Título original: Il confessionaleArgumento de la película El confesionario
Don Luca es el cura de una Iglesia. Sin embargo su vocación a Dios es falsa, y por eso se aprovecha de las bellas e inocentes pecadoras que van a él a confesarse. Y es que las chicas son obligadas a someterse ante el párroco, que con el secreto de sus confesiones las somete a nuevas relaciones sexuales como forma de redención. De esta forma tenemos una película muy polémica, que blasfema la Iglesia Católica, del mismo país donde el Vaticano tiene sus raíces más fuertes.
Review de la porno El confesionario
En una Iglesia de Italia hay muchas personas que hacen travesuras pecaminosas. El padre, las hermanas, algunos de los patrocinadores… todos se están portando mal, y principalmente lo están haciendo con ese personaje principal: el sacerdote de la iglesia. Las chicas son hermosas.
Ante este argumento tan provocador y blasfemo, se presenta esta polémica obra italiana. El resultado es una película porno, con un argumento sencillo, pero efectivo. Hay escenas sexuales de todo tipo, con sexo explícito y muchas perversiones. La mezcla de sexo y religión es muy morbosa. Pero también lo es la atmósfera cargada de tonos oscuros, así como los elementos de infidelidad y los perturbadores secretos sexuales.
El pecado llegó a una Iglesia de Italia…
Esta película, incluyendo algunas de las escenas más explícitas sexualmente, fue filmada en una Iglesia real: San Vincenzo, en las afueras de Roma. El párroco, el padre Paolo Ferrini, dijo a los periodistas que el equipo de filmación le dijo que sólo estaban filmando una escena de boda. Como resultado, se suspendieron los servicios en la iglesia hasta que el edificio fue reconstruido. Todos los servicios realizados desde el rodaje, bodas, bautizos, funerales, etc… fueron invalidados hasta que el obispo los volvió a bendecir.
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