Saltar al contenido
Login | Registro | Ayuda |

El juguete sexual de una pareja madura

El juguete sexual de una pareja madura

El otro día os conté en Calentón en el chat como hablé con un chico del chat una noche que no podía dormir. Pues bien, nos pasamos el WhatsApp y estuvimos hablando, no sólo esa noche, sino que nuestra relación se prolongó… y me contó muchas cosas sobre él.

El mejor porno online

Desde esa misma noche el chico insistía en quedar conmigo a pesar de tener novia. Me dijo que él siempre había sido fiel, pero que conmigo no sabía que le pasaba, pero que le ponía demasiado y quería quedar conmigo. Incluso me propuso que fuera a visitarlo, que pagaría por un hotel para que él y un amigo me lo hicieran rico rico, o él sólo. Yo como siempre tonteaba y me dejaba querer, pero no puedo desplazarme. Puedo tener encuentros sexuales en mi casa con chicos nuevos, pero siempre con mi pareja delante porque así lo hemos acordado.

Lo curioso fue que cuando cogió confianza conmigo, además de enviarme fotos de su polla a punto de explotar, me contó que una experiencia que le conté le había recordado a una que le pasó a él. Resulta que cuando le conté mi aventura de mi primera infidelidad, la de Un encuentro nocturno. Él me contó que quedó con una pareja liberal madurita. Su primer día fue algo parecido a lo que me pasó a mí porque también fue por un barrio a oscuras hacia la casa de la pareja. Subió por una escaleras a oscuras, porque le habían pedido discreción y a esas horas si alguien lo veía entrar a la casa podrían sospechar. Y cuando entró estaba muy muy nervioso. Le temblaban hasta las piernas.

El juguete sexual de una pareja madura

Un dato interesante que no he dado es que el chico es bisexual. Resulta que la pareja en principio dijo que era heterosexual y ese primer día sólo llegó a enrollarse con la chica y manosearse mútuamente, mientras el marido mirada cachondo perdido. Pero poco a poco fueron quedando más veces y fueron cogiendo confianza. Al principio lo hizo con la esposa, pero el marido también fue participando y… según palabras textuales de él: «Me acabaron montando los dos». Y esto sólo fue el principio, porque empezó a ir más de una vez a la semana hasta que lo reclamaron casi todos los días. Se convirtió en su juguete sexual. La relación se volvió obsesiva y finalmente dijo el chico de darla por terminada. No quería ataduras. Bueno… y ahora tiene pareja.

Anterior | Secretos íntimos | Siguiente

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *