El mirón y la exhibicionista es una película erótica de Jesús Franco, remake de otra película del mismo director y actriz 3 años antes, Confesiones íntimas de una exhibicionista. Un complejo hotelero, dos balcones frente a frente, un morboso voyeur en busca de su próxima excitación y un exhibicionista atrevida y sensual. ¿Quién tiene el control en este seductor juego de poder?
Créditos
- Título original: El mirón y la exhibicionista
- País: España
- Año: 1986
- Duración: 54 minutos
- Género: Pornografía, exhibición, voyeurismo
- Director: Jesús Franco, Lina Romay (historia)
- Reparto: Lina Romay, José Miguel García, Mari Carmen G. Alonso, Antonio Mayans
Argumento de la película El mirón y la exhibicionista
Una solitaria aristócrata, Gray, tiene una hermana gemela que está en un manicomio. Comparten un vínculo extraño. La señorita Gray es racional pero frígida mientras que su hermana está loca pero siente placer sexual por ambos. Una reportera llega a la mansión.
Dos balcones frente a frente y un voyeurista
A la sombra de su apartamento en un lujoso y moderno complejo hotelero, un hombre misterioso busca con impaciencia su próxima excitación emocionante e intensa, con sus prismáticos. Tarde o temprano, el solitario voyeurista encontrará la fuente de su deseo. La oportunidad se presentará en el balcón del piso de enfrente, donde una mujer sensual y solitaria, inconsciente, captará su atención. La víctima ignorante e indefensa está frente a él, y aunque las cortinas de su ventana estén abiertas de par en par, él podrá observarla con toda nitidez.
La mujer lo descubre y se vuelve exhibicionista
Sin embargo la mujer sexy decidirá participar en un extraño y suculento juego de poder, burlándose descaradamente del voyeur sabiendo que ella tiene el control. Ella lo interpreta como una marioneta, a la que le ofrece un espectáculo extravagante y desenfrenado sólo para los ojos del admirador secreto. El pervertido intruso se quedará quieto y la adorará, temblando ante la idea de que este espectáculo desenfrenado pueda terminar tan repentinamente e inesperadamente como comenzó. Por tanto estamos ante una aventura de exhibición y voyeurismo que gustará a los amantes de estas prácticas.