El sabor de la sandía es una película taiwanesa escrita y dirigida por Tsai Ming-liang, y protagonizada por Lee Kang-sheng. A través del erotismo se cuenta la historia sobre una terrible sequía que sufrió Taiwán. Una genialidad sexual que podemos encontrar entre las mejores películas eróticas asiáticas y las mejores películas eróticas en general.
Créditos de la película El sabor de la sandía
- Título original: Tian bian yi duo yun (The Wayward Cloud)
- Año: 2005
- Duración: 112 minutos
- País: Taiwán
- Director: Tsai Ming-liang
- Reparto: Lee Kang-sheng, Chen Shiang-chyi, Lu Yi-ching, Yang Kuei-mei, Sumomo Yozakura
- Género: Comedia, drama, musical, erótico
- Puntuación: 5,4 puntos
Argumento de la película El sabor de la sandía
Taiwán sufre una terrible sequía. Por televisión dan instrucciones de como ahorrar agua. Pero el mayor éxito es la sandía y su zumo. Fruta que se utilizará para todo tipo de usos, incluidos los sexuales.
Mi opinión sobre la película El sabor de la sandía
Para empezar quiero destacar que el guión apenas tiene argumento. Hay pocos diálogos, pocas situaciones serias, poco que contar… al menos es lo que personalmente he percibido. Lo que aquí hay son situaciones absurdas, canciones sin traducir y un buen número de escenas eróticas. La variedad y calidad del erotismo es irregular, por lo que se puede entender que mucha gente disfrute viéndolas, mientras otros las critiquen. Pero desde luego es lo mejor que se puede extraer de esta obra, ya que el argumento no engancha, incluso resulta aburrido.
La crítica de la película El sabor de la sandía
Obra tan extraña como transgresora. Contemplarla puede provocar angustia o esa extraña fascinación. Lo único que está claro es que es diferente a todo lo que hemos visto. Y aquí radica el valor de la película El sabor de la sandía: el director juega con las perversiones más turbias con valentía y originalidad. El resultado es una comedia musical erótica, al estilo El otro lado de la cama, pero mucho más absurda. También hay que destacar que se mezcla sexo y comida, con el amor-odio que esto provoca. Pero la mayor perversión se da en la escena final… una experiencia completamente bizarra sobre una brutal violación.
