El shibari es una técnica erótica y sexual milenaria que muchas veces es prohibida en exposiciones de arte debido a que podría expresar, para algunos, algún tipo de violencia. Nada más alejado de la realidad. Pues sí, muestra las ataduras que se realizan alrededor del cuerpo humano, pero no con motivos violentos. A continuación toda su historia y significado.
¿Qué es y para qué sirve?
La palabra shibari, si logramos traducirla al español, significa “atadura”. Ahora, existe otra palabra japonesa que se utiliza para definir este arte y es: kinbaku el cual significa “atar fuertemente”. En esta práctica de la atadura erótica, le subyace una historia, significado y belleza que los aficionados a la belleza femenina, lo fuera de la norma, el arte y sobre todo el BDSM saben apreciar. Más allá de las críticas, controversias y censuras que siempre rondaran a tan apreciadas y delicadas técnicas.
Shibari el arte japonés
en Japón, el uso creativo de cuerdas y envoltorios ha formado parte de su tradición social y cultural ya desde el periodo Jōmon que va desde el 14.000 hasta el 400 aC y recibe su nombre de los hermosos patrones realizados mediante sogas de yute en piezas de alfarería.
La atadura como arte marcial
¿Sabías que la mayor fuente histórica del shibari se puede rastrear en el hojōjutsu? Fue un arte marcial japonés que enseñaba a utilizar cuerdas para capturar y atar prisioneros para su arresto, transporte o castigo. También era una de las 18 técnicas de lucha en que se instruía a los Samurai, y posteriormente como herramienta policial.
El padre del Kinbaku
Con el tiempo, el refinamiento del arte erótico se dio y llegó a su cumbre gracias a la influencia del pintor Itoh Seiyu, llamado el “padre del kinbaku”. Nacido en 1882, Itoh recibió profundas influencias del arte del ukiyo-e (grabados xilográficos sobre madera) y especialmente de los shunga (grabados explícitamente sexuales de la época).
Itoh Seiyu absorbió estas influencias y las combinó con su propia atracción hacia los juegos eróticos de dominación y sumisión (hoy, BDSM), haciendo nacer el arte del shibari. Seiyu transformó gradualmente las ataduras del hojōjutsu convirtiendolas las ataduras del placer.
Shibari: la atadura erótica
Las cuerdas que antes presionaban estratégicamente nervios para causar dolor, pasaron a buscar las zonas erógenas y seguras. Empleando nudos y pases de cuerda que aunque se ejerza fuerza, no se apretan y evitan finalmente el riesgo de cortar la circulación.
No implica forzosamente la inmovilización, atiende el plano triangular formado por el maestro, la persona atada y el espectador y tiene, además, muy en cuenta el efecto energético sobre ciertos puntos del cuerpo de la persona relacionados con los meridianos energéticos del cuerpo humano según la tradicional medicina oriental.
Los grandes Nawashi
Han ido surgiendo con el tiempo los grandes nawashi que no son más que aquellos artistas maestros de la cuerda. Personas con reconocido talento para realizar la atadura erótica. Pero no solo por sus habilidades con las manos se han ganado ese nombre. Para ser considerado un nawashi hace falta sobre todo un gran sentido estético y la capacidad de comunicarse la modelo o pareja que acepta ser atada.
Por lo que, cada nawashi tiene su propio estilo. Por ejemplo, muchos se inclinan más a las suspensiones, otros, prefieren el bondage de suelo. Además, muchos utilizan solo los patrones ordenados a diferencia de quienes potencian la asimetría y la originalidad.
En conclusión, el shibari es ante todo una comunicación íntima entre dos personas. Sin embargo, al ser un arte tan visual y estéticamente potente, es normal que actualmente lo usen como un principal medio de expresión sobre el escenario. Esto quiere decir, que no te asombres si lo llegas a ver entre escenas en obras de teatro, locales privados o incluso platós de televisión.
