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El trío bisexual HMH

El trío bisexual HMH

Llegó el día en el que acordamos hacer el trío bisexual HMH. Habíamos hablado al respecto y tengo que reconocer que Patrick había sido muy paciente. Recomiendo a los que se empiecen que busquen una relación sin prisas, en donde todo este hablado. Hay mucha gente que al final no llega, otras que por el “compromiso” siguen adelante y eso les frustra, hasta puede frustrar la pareja. Pero siempre es mejor dejar todo claro antes de hacer nada.

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Finalmente quedamos en casa de Patrick para hacer el trío bisexual HMH. Yo no podía dejar de pensar en su polla. Un centímetro es un centímetro, pensé entre risas. Una vez estamos tomando unas copas, escuchando un poco de música de fondo y nos metimos unos tiros de farlopa, empezamos a hablar sobre el tema. Había quedado claro que Leyre no iba a participar en un principio, sólo observaba, se masturbaría y mandaría. Entonces ella me dijo que me pusiera de rodillas y le mamara la polla. Cuando la vi por primera vez me pareció inmensa. Le pregunté que si sólo eran 21 centímetros… pero me dijo que eran 22 entre risas. Leyre insistió en que la mamara, cogiéndole la polla y llevándosela a mi boca. Yo estaba muy cortado. No sabía como actuar. Parecía que estaba haciendo una paja con la boca. Pero según empecé a chupar mejoré. Leyre se puso tan cachonda que no pudo evitar metérsela también en su boca. Patrick estaba encantado con la situación, y no podía estar más excitado, tanto que su polla parecía crecer aun más, sobretodo su lindo glande.

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Cuando Leyre entendió que ya le mamaba la polla bien, se sentó para darse placer con su vibrador y su mirada estaba fija en nosotros. Estaba cada vez más cachonda y su lenguaje lo demostraba «Mama bien la polla cielo. Cógele la cabeza a mi cabrón y empújale para que te guste más.» Y Patrick decía al mismo tiempo: «Chúpame los huevos. Métete el capullo entero en la boca. Te voy a dar bien por ese culito de nena.» Y todas esas frases se repetían en mi mente para hacerme sentir aun más gusto, mientras la mamaba con ansia. Y entonces ella pronunció: «Patrick esta nena ya tiene el ano preparado para ser embestido.» En esos momentos me parecía una polla de 25 centímetros. Me daba miedo que me pudiera reventar el ojete. Yo se la mamaba y le acariciaba los huevos lleno de gusto, y me daba la impresión de que al final no podría mantenerla en la boca de lo que crecía. Al mismo tiempo de sentir todas esas sensaciones encontradas, también estaba deseando tenerla en mi culo para complacer los deseos de mi ama. Leyre se levantó para ver de cerca como Patrick me metía su pollón poco a poco. Fue ella quien me colocó en posición, con el culo en pompa, para recibir las embestidas. Lo tenía bien abierto, pero no estaba suficiente dilatado porque la polla no se hundía como debía. Leyre le guiaba la polla sobre mi culo. Primero entró la punta. Me hizo sentir como mi ano ardía, pero al mismo tiempo notaba gusto. Entonces Leyre se agachó para mamármela y siguió agarrando su polla para dirigir la follada. Notaba como cada vez se hundía más, tanto que parecía que me iba a reventar.

Cambiamos de postura. Nos colocamos en el sofá. Allí pude apreciar como el coño de Leyre chorreaba de excitación. Poco a poco dejó que la polla de Patrick se hundiera en mi ano, hasta que entró toda dentro de mí. Sentí como se desgarraba mi culo. Si ya en la boca me pareció inmensa, en mi ano aun me pareció más grande. Pero ese ardor que sentía, no era comparable con el gusto que me daba. Me embistió con sacudidas suaves. Al mismo tiempo Leyre me acariciaba los huevos. Ella notaba como temblaba de placer y dirigía la fuerza de sus embestidas. Poco a poco me fue follando con más fuerza, con movimientos más rápidos, incluso chillaba de placer. De esta forma me corrí, yo primero y después Patrick. No pude sentir bien su esperma, porque tenía el condón puesto. Aun así sentí el calorcito en su punta.

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Entonces él me pidió que me follara Leyre. Quería ver como se ponía el acné y me daba bien por el culo. En esta ocasión fue ella quien me folló y Patrick quien lo dirigió. Como ya tenía el ano bien dilatado, su polla de plástico entró con facilidad. Al mismo tiempo Patrick me la mamaba, me la succionaba con ansia. También me acariciaba los huevos y se masturbaba, loco de gusto. No resistió más y se corrió por segunda vez sobre mi hombro. La imagen de Leyre follándome le encantó. Leyre se quedó fascinada por la cantidad de leche que consiguió derramar en su segunda corrida. No le quitaba ojo a su polla, la deseaba para ella: «Patrick folla mi coño de perra.»

En un principio Leyre no tenía intención de participar, pero participó y comentó que lo que había visto entre los dos le había excitado tanto que no pudo reprimirse el deseo de sentir la polla de Patrick. Primero la quiso sentir en su boca y, después, en su coño. Ver como me follaba le hizo tener un orgasmo y es por eso que también quiso follar. Y Patrick, viendo como estaba de caliente Leyre, me pidió permiso para penetrarla y al consentir, se sentó en el sofá y sentó encima a Leyre. Yo quería verla disfrutar de placer, quería que la sometiera como me había sometido a mí. Ella tenía tan húmedo su coño que la gran polla entró con mucha facilidad. Era ella quien movía su culo, con movimientos rítmicos llenos de placer, para controlar la velocidad de la follada. Entonces aproveché par meter mi polla en su boca. Me la lamía al tiempo que disfrutaba de cada embestida de Patrick. Cuando estaba a punto de correrse, le pidió a Patrick que la pusiera a cuatro patas. Ella misma se colocó en posición y él se la metió. Yo ya no podía aguantar más de excitación. Vi como Patrick la follaba fuerte y Leyre se sacudía de placer. Yo me pajeaba con fuerza, pero entonces Patrick se la sacó para volver a correrse sobre mi hombro.

Tras el trío bisexual HMH tuvimos otros, a solas con él y otra chica, con otras parejas similares, con otro chico, o chica… Esto nos permitió, a Leyre y a mí, descubrir nuevas sensaciones y gustos, que os cuento en el enlace siguiente. Tiempo después de separarnos me permitió descubrir mi otro lado salvaje… el de AMO.

Pack de fotos de Leyre | Sensaciones y gustos | Conociendo a mi sumisa

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