En esta ocasión voy a dejaros el testimonio de un amigo que cuenta sus aventuras sexuales con su mujer y cómo está convenciéndola para tener relaciones liberales… Veamos experiencias sexuales del pasado.
«Somos una pareja de Sevilla, yo, X, de 47 años y ella, Carmen, de 46. Nos conocimos en el año 1984. Yo era un poco golfete y me fui a enamorar de la tipica «modosita». Ella es la menor de 7 hermanos (todos hombres, golfos como yo. No había tío que se le arrimara, sus hermanos se encargaban de ello. No tuvo el primer noviete hasta bien entrados los 18 años. Antes de estar conmigo sólo tuvo 3 novios, los primeros de 2 meses y 8 meses el último (los 2 meses la dejaron porque no se dejaba hacer nada, ella quería llegar virgen al matrimonio ya que era muy religiosa y sus hermanos siempre estaban amenazando). Imaginaos que, incluso ya estando conmigo saliendo, la tenía que dejar en casa a las 10 en pleno verano. Todo esto lo sé con el paso de los años ella me fue contando sus vivencias. Voy a empezar contando lo que ocurrió con su tercer novio, Daniel. Era un amigo de uno de mis cuñados, hicieron juntos la mili y además era del barrio. Tres años mayor que ella, fue el único que llegó a entrar en su casa. Estaba bien visto por los padres y el resto de hermanos. La experiencia más caliente fue en una ocasión donde mi mujer, él y unos amigos celebraron el cumpleaños de Daniel en la casa de él. A ella le permitieron quedarse hasta de madrugada porque supuestamente sus padres la traerían a casa. Lo que no sabían era que los dejarían solos mientras se iban de cena y luego regresarían tarde para acercarla, por lo que no iban a estar acompañados de adultos. Como os podéis imaginar se liaron con el alcohol y algún que otro porrito. Carmen no estaba acostumbrada a beber y mucho menos fumar (porros). Además aquel día Daniel y ella estaban mas desinibidos que nunca, ella mas por que cuando bebe se pone de lo mas putón… eso lo se de sobra je je, hace cosas que normalmente no haría. Después de bailar algún lento (antes se bailaban) ella notó que la «cosa» de Daniel la estaba rozando justo entre el ombligo y su almeja. Era la primera vez lo notaba, a lo mas que había llegado era a besos y a alúun que otro magreo. Entre eso, las copitas y el porrito, se dejó llevar y terminaron en la habitación. Empezaron a besarse, después vinieron los magreos y cuando él le quiso meter la mano bajo la falda ella le paró. Daniel le dijo lo típico, pero ella no estaba por la labor. Bajó por otro par de copas y ella se volvió a poner mas tranquila y reanudaron el asunto. Besos magreo y en un momento dado ella se dejo sacar las tetas. Las tiene grandes y bien puestas empezó a comerselas y eso la vuelve loca. Él le puso su mano sobre el paquete y al principio la retiró pero acto seguido ella misma la puso de nuevo en su bulto. Nunca había tocado una y él se sacó. Según ella era bastante mas grande que la mía. Yo tengo unos 16 centímetros. Bueno, la estaba tocando con ganas, estaba calentita y dura, cuando él le pidió que se desnudara y ella dijo que no, pero después de tanto magreo y besuqueo, él se incorporó y sin apenas darle tiempo a nada se la puso en la cara. Ella se sorprendió durante un instante, pero sin decir nada se la acercó hasta los labios y ella ni lo dudó, se la chupó. Mientras lo hacía, ella me contó que él le sobaba las tetas y que de su polla salía un hilillo viscoso y calentito, que la puso a cien. Se la metía en su boca cada vez mas adentro. Su inexperiencia la llevó incluso a hacerle daño con los dientes. La tuvo que retirar un segundo por el daño y ella se cortó un poco. Entonces él le dijo que se la quería follar, que no podía aguantar mas (ya llevaban casi 7 meses saliendo). Carmen que aceptaba deseándolo. Él le subió la falda y le bajó las bragas. Para ese momento se las había ingeniado para quitarle la blusa y el sujetador. La recostó sobre la cama y le metió entre las tetas la polla. Cada embestida le llegaba a su boca. Paró de pronto y empezó a comerle la almeja. Ella tampoco había probado eso y le gustó mucho. Tras eso se prepararon para follar pero justo antes de empezar ella le paró y le pidió que no lo hiciera. Él se enfadó, decía que estaba muy caliente y que tendria que hacerle algo para aliviarle porque sino todo estaba acabado entre ellos (a mi me pasaría igual). Ella entonces le dijo que se la chuparía hasta que se corriese pero que le avisara antes de correrse (no quería que se corriera en su boca). Empezó a chupársela y él se acabó corriendo sobre su boca. Se apartó y el resto de la corrida se salpicó en las tetas. Mi mujer escupió algo, pero no pudo todo y tragó algo. Se enfadó mucho, lloró, no se podía creer que le hubiera hecho algo así. Él le explicó que no pudo evitarlo. Llorando se puso el sujetador, la blusa y todo quedó ahí. Ella ya no le habló mas en toda la fiesta. Llegaron los padres de él, la llevaron a casa y al día siguiente él le dijo a ella que o follaban o que la dejaba. Carmen le fue dando largas durante algún tiempo y al final la dejo también. Un año después se juntó con una amiga suya, se casaron, la dejó embarazada y se mudaron a Málaga. Carmen estuvo un tiempo sin salir de casa… hasta que un día un hermano la invitó a la discoteca donde trabajaba conmigo…»
Bien. Este ha sido el primer relato real de este amigo del blog. Como podéis intuir todavía falta mucho por contar. Poco a poco iréis descubriendo lo que le ocurrió con su esposa y si ha podido convencerla de hacerse liberal. ¡No os lo perdáis!
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