Una nueva moda está revolucionando las fiestas entre adolescentes. Las fiestas candy se conciben como un nuevo nivel de descontrol que está dejando atrás a las fiestas semáforo. Veamos de qué se trata.
Alcohol y sexo, con muchos excesos
Las fiestas candy son la nueva moda de «diversión» a la que se exponen los adolescentes de hoy en día. Estas consisten en reuniones donde el alcohol y el sexo descontrolado son los protagonistas.
El requisito principal para ser partícipe de estas reuniones es estar disponible para mantener sexo casual. Para ello se hace uso de alcohol (y en ocasiones hasta droga) para lograr desinhibirse y así ejecutar, sin remordimientos, todos los actos que se generen durante la actividad.
Para lograr mayores y más rápidos efectos del alcohol sobre el cuerpo, se hace uso de una técnica conocida como slimming. Este método consiste en la inserción del alcohol a través de la vagina, los ojos o el ano, como el tampón de alcohol. Hay señalar que es este un mecanismo altamente peligroso para la función natural del cuerpo.
La inmadurez, falta de experiencia y búsqueda de nuevas sensaciones hacen de estas fiestas candy una estrategia innovadora para jóvenes desorientados. Estas celebraciones son organizadas usando como medio de difusión las redes sociales. Ellas permiten a los organizadores captar los candidatos, realizar las invitaciones y dar los detalles sobre el evento captando gran cantidad de aspirantes. Twitter y Facebook son las más utilizadas.
Los inicios de estas fiestas locas
Alrededor del año 2012 se inició en Colombia una nueva forma de fiestas entre adolescentes: las fiestas semáforo. Estas fiestas consisten en ofrecer a los asistentes unos brazaletes con tres colores diferentes: rojo, amarillo y verde. Utilizar el brazalete rojo indica que la persona se encuentra con su pareja o que no está dispuesto a participar en los actos sexuales. El brazalete amarillo que no está seguro de participar o no. El brazalete verde que está disponible para todo. Al denotarse todo se refiere a todo en su máxima expresión: sexo, alcohol y drogas.
Este tipo de fiestas se esparció aceleradamente por otros países del continente americano como Perú y Argentina. Sin embargo, en el año 2014 surge su evolución: las fiestas candy.
Hoy, existe otra nueva y aún más preocupante movida: las fiestas Arco Iris. Estás consisten en hacer que jóvenes de 11 a 14 años realicen sexo oral con desconocidos.
Recomendaciones a los padres
Hoy en día son los adultos, y principalmente los padres, los más preocupados con estos métodos de diversión juvenil. El día a día, las ocupaciones, el trabajo, la disfunción en el seno familiar, hacen más cuesta arriba la supervisión. No basta sólo con informarse y conversar, hace falta tomar acciones contundentes para evitar que los hijos participen. Te recomendamos algunas:
- Controlar de forma atenta el acceso a las redes sociales. Se propone hacerlo de forma delicada, ya que esa es una edad de mucha rebeldía. No es conveniente que el adolescente sienta una invasión a su intimidad que lo altere.
- Conversar sobre el tema. Aunque parezca controversial, informar a los adolescentes sobre estas fiestas candy podría ayudar a reconocer los inconvenientes que son para su vida.
- Prestar atención a las amistades de las que se rodea. No significa conocer al detalle cada amigo o compañero de clase. Significa al menos tener una noción general de quiénes son para poder así estar alerta ante comportamiento extraños.
Reflexión sobre las fiestas candy
A pesar de su título, las fiestas candy no tienen nada de dulce, más bien representan una nueva estrategia de deformación social. Es un sistema que juega con el sano desenvolvimiento de la juventud. Se aprovecha de la inmadurez y la inseguridad para introducirse de forma abrupta y peligrosa en la edad más complicada. Es necesario hacer eco de estas situaciones y censurar cualquier forma de actividad que vaya en contra del sano desarrollo de nuestros adolescentes.
