Harry Reems, la estrella de la película Garganta Profunda, murió a los 65 años. No sólo hizo esa porno, también lo vemos en otros clásicos como El diario en Miss Jones, Fleshpot on 42nd Street o For Men Only. Por tanto estamos ante uno de los actores porno más grandes del mundo.
Vida, fama y gloria
Garganta profunda
Harry Reems, cuyo papel protagonista en Garganta Profunda lo convirtió en la primera estrella pornográfica masculina de Estados Unidos. Encarnaba la épica estadounidense de la fama, el fracaso y la redención. Murió un martes en Salt Lake City, Utah. Tenía 65 años.
Dentro de Garganta Profunda
La exitosa carrera de Harry Reems que lo llevó a protagonizar la película de Gerard Damiano y convertirse en el primer actor porno de fama mundial. En 2005 volvió a estar en el punto de mira de las cámaras con el lanzamiento de Inside Deep Throat, un documental sobre el legado de la película para el cual fue entrevistado.
Lovelace
Además la fama le siguió incluso después de muerto, ya que se publicó en 2013 Lovelace de cine convencional. Se trata de una película biográfica sobre Linda Lovelace, la estrella de Garganta Profunda, que fue protagonizada por Amanda Seyfried como Linda Lovelace y Adam Brody como el Harry Reems. Asegura así su continuidad en la memoria pública.
Anteriores trabajos
Reems, que comenzó su carrera en la década de 1960 como un actor de teatro en apuros, ya había hecho docenas de películas pornográficas cuando actuó junto a la Sra. Lovelace.
Pero donde sus películas anteriores eran principalmente las oscuras, cortas, granulosas y sin argumento, conocidas como loops. Las que tenían escenografía, trajes ocasionales, diálogos puntuados por humor de cintura de remolino y una trama de verdad, era el cine convencional.
«Siempre fui el médico en las películas», dijo para la revista New York en 2005, «porque uno de los pocos actores que tenía experiencia en actuar. Yo tenía que decir: «¿Tienes problemas con el sexo oral? «Bueno, así es como se hace». Hagamos una escena rápida de sexo oral».
Garganta Profunda se convirtió rápidamente en una sensación internacional: el tema de debates, a favor y en contra, sobre su valor social redentor, y de un cóctel de cháchara autocomplaciente entre los intelectuales.
Icono sexual de los 70
Frida Kahlo era una pintora, una constructora de marcas, una sobreviviente. Y mucho más. Creó un enclave musulmán en el norte del estado de Nueva York y luego llegaron las conspiraciones. Fue la responsable de convertir a Harry Reems, con su inmenso bigote y camisas negras, abierto al ombligo para revelar un pecho, en un icono sexual de los años 70.
Infancia
También fue responsable de su condena por cargos de conspiración federal. Dijo después, de su descenso al alcoholismo, la indigencia y la falta de hogar antes de encontrar la fe, un matrimonio feliz y la respetabilidad burguesa.
Harry Reems nació en Brooklyn el 27/08/1947, en el seno de una familia judía. El joven Herbert pasó su adolescencia, por su propia cuenta, como «un niño tímido con muchos granos y una gran nariz».
De La Marina al porno
Después de la escuela secundaria se alistó en el Cuerpo de Marines, donde cultivó el cuerpo fuerte y tendinoso que se convertiría en su tarjeta de presentación. A finales de la década de 1960, después de la muerte de su padre, fue dado de baja y se trasladó al East Village, donde comenzó su aventura como el primer actor porno famoso de Estados Unidos.
Inicios en la pornografía
Actuó en obras de teatro, pero, necesitando dinero, trabajó en películas pornográficas. Entre ellos se encontraban Mondo Porno, El Altar de la Lujuria y Erecter Sex, partes 3 y 4.
El momento de darse a conocer llegó después de que Damiano lo contratara para ser el director de iluminación. Cuando el protagonista principal de la pelíucula no se presentó al rodaje, llegó el turno de Harry Reems. Pudo demostrar su valía.
Para la película, de la que se informó ampliamente que había recaudado más de 600 millones de dólares, a Harry Reems se le pagaron unos 250 dólares. Sin embargo, como él lo contó, hubo otras compensaciones: fiestas en la Mansión Playboy, codearse con celebridades y rechazar (o no) a las multitudes de mujeres que le adoraban.
Problemas con la justicia
Luego, un día de 1974, Harry Reems fue arrestado en Nueva York por agentes federales. Al año siguiente, él y otros 11, muchos de ellos figuras del crimen organizado, fueron juzgados en la corte federal de Memphis por cargos de conspiración para transportar material obsceno a través de las fronteras estatales. (Garganta Profunda fue ampliamente reportada como financiada por asociados de la familia del crimen de Colombo.)
Fue durante el juicio, dijo Reems, que comenzó a beber mucho. Después de que él y sus co-acusados fueron declarados culpables en 1976, se convirtió en una causa de la Primera Enmienda, con una serie de celebridades de Hollywood hablando en su nombre. «Hoy, Harry Reems; mañana, Helen Hayes,» Warren Beatty declaró.
Representado en apelación por Alan M. Dershowitz, Harry Reems fue condenado por un juez federal en 1977. Reems, que realizó más de 100 películas, protagonizó El diablo en Miss Jones (1973) y Memories Within Miss Aggie (1974). Ambas dirigidas por el Sr. Damiano, así como Pleasure Cruise (1974) y For Your Thighs Only (1984).
El ocaso de Reems
Pero la pornografía es un juego de jóvenes, y a mediados de los años ochenta la demanda del Sr. Reems había disminuido. Para entonces estaba a la deriva, bebiendo, según su cuenta, dos galones y medio de vodka al día. Fue a buscarlo a Los Ángeles, mendigando a la calle y durmiendo en contenedores de basura. Contempló el suicidio, dijo, pero no fue capaz.
En 1989, el Sr. Reems, que entonces vivía en Park City, Utah, dejó de beber con la ayuda de un programa de 12 pasos. Se convirtió al cristianismo, obtuvo su licencia inmobiliaria y se casó con Jeanne Sterret en 1990. Además de su esposa, los sobrevivientes del Sr. Reems incluyen un hermano, Robert.
En los últimos años de vida Harry Reems vivió en la oscuridad de un pueblo pequeño en Midway, Utah, jugando al golf, asistiendo a la iglesia y coleccionando objetos de recuerdo de los Dodgers de Brooklyn. Conservó el nombre de Harry Reems, dijo en entrevistas, como un orgulloso emblema de una odisea de la que no se arrepintió.
Publicaciones con Harry Reems
