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Juegos nocturnos

Juegos noctunos

Nos fumamos ese porro y algunos mas, y mas copas aún y mas risas. Así empiezan los juegos nocturnos.

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Yo me cambié de ropa y me quedé sólo con las calzonas, los boxer y una camiseta de tirantes y le dije a Daniel que hiciera lo mismo, que se quitara el albornoz y que se quedara con el mismo número de prendas que yo, me miraron raro los dos y les dije que jugaríamos a las cartas, a las prendas, los dos se quedaron callados, no me miréis así, es divertido y me dirigí a Carmen.

Yo: “Carmen, muchas veces hemos jugado por la noche en la playa, no me dirás que te da vergüenza.”

Carmen: “Sí, pero todos eramos amigos y en la playa no es lo mismo, allí todas las amigas nuestras haciín top-les y no llegábamos nunca al desnudo total.”

Yo: “Bueno, Daniel es amigo y total aquí tampoco llegaremos al desnudo total siempre quedan las pruebas que es lo que mas nos hace reír.”

Daniel: “Nosotros allí jugamos a lo mismo con los amigo en casa, así que por mí no hay problema, lo que decida Carmen.”

Carmen: “Bueno -mirándome a mí- si a ti no te importa, pero es que yo estoy sola y eso una desventaja.”

Yo: “O una ventaja, si tú ganas disfrutarás el doble que nosotros. Además tú tienes más ropa, nosotros sólo tenemos tres cada uno y tu tienes dos mas.”

Carmen: “¿Cómo dos más? La ropa interior hacen dos, la parte de abajo del pijama y la de arriba son cuatro y la otra donde esta?”

yo : “Tus zapatillas, je je harían no dos si no tres mas.”

Daniel se rió y me dio la razón, ella ya no pudo o no quiso negarse y aceptó. Nos sentamos en la mesa rellenamos las copas y empezamos el juego. Antes pregunté, prenda y prueba alternas o lo que pida el ganador?

Daniel: “Lo que pida el ganador de la mano.”

Yo: “Lo mismo, el ganador manda.”

Carmen: “Vale, si los dos ya habéis elegido.”

Yo: “Jugamos una mano y quien la gane decide vale?”

Carmen: “Vale.”

Daniel: “Vale de acuerdo.”

Jugamos la primera mano y ganó Carmen, sorpresivamente dijo: “Que esto sea democrático: ustedes dos queríais lo que pida el ganador y así será.

Jugamos la siguiente y también ganó, perdí yo, eligió prenda, y me dijo que me quitara las calzonas, eso me sorprendió mas aun, me las quite y seguimos jugando.

La siguiente la perdió Daniel y la gané yo, para no ser menos y para poner la cosa picarona, le pedí a Daniel que se quitara las bermudas. Él no se cortó ni un pelo y se las sacó, no sabía que el usaba slips (ella sí evidentemente) así que de buenas a primeras ahí estaba Daniel marcando todo el paquete delante mío y de mi mujer. Esto se ponía interesante. La siguiente la ganó yo de nuevo y la perdió mi mujer, “mmmm ¿que te pido a ti? Vale, me la debes, luego me la pagas cuando a mi me parezca ¿de acuerdo?” A ella y a Daniel les pareció bien, y seguimos jugando.

La siguiente la ganó ella y eligió prenda, “los boxer quiero los boxer”. Pensé que me pediría la camiseta pero lo tenía claro y yo no la defraudé, me los quité y ya estaba un pelín palote. Ellos se rieron yo me senté y seguimos jugando. La siguiente la ganó Daniel y la perdió ella. “Daniel no seas malo” soltó mi mujer y yo repliqué, “malo no Daniel: peor ja ja ja.” Él lo tuvo claro quería la parte de arriba del pijama, ella no se lo pensó, se la quitó y sorpresa, no se había puesto el sujetador. Se quedo alíi tan tranquila, cogió un porrito lo encedió y dijo “¿seguimos?”

Me puso la polla a mas de mil y a Daniel lo mismo. Ella lo notó “que os pasa chicos parece que nunca habéis visto unas tetas.” Seguimos jugando y perdió Daniel, ganó ella, podéis imaginaros la prenda, “Daniel quiero tus slips”, ni ella se cortó al pedirlo ni el al quitárselos, salió toda la polla casi en erección y ella dijo “uy uy, Daniel ¿estás malito?” y soltó una risotada. Los dos allí con la polla fuera y ella con las tetas. “¿Nadie pide prueba?” pregunté, los dos callaron, dimos otra mano que ganó Daniel, perdió ella, quiero la parte baja de tu pijama dijo el. Ella se puso en pie y se bajo la parte de abajo del pijama. En el fondo esperaba que tampoco tuviera bragas pero no fue así, las llevaba puestas, entonces dije yo “fuera bragas”, ella me miró y le recordé que me debía una prenda, se cortó algo mas pero se las quitó. A Daniel y a mí nos iba a reventar la polla, ella sólo se había quedado con las zapatillas, pero fue ella quien empezó a jugar duro, no podía quejarse, aunque la verdad estaba mas tranquila que nosotros.

La siguiente, la volvió perder ella y la gano Daniel, esta vez quiero prueba dijo él, los dos nos quedamos mirándole y sin cortarse, dijo:

Juegos nocturnosDaniel: “Ha llegado el momento fuerte de la noche, quiero que me la chupes delante de tu marido.”Carmen me miró toda cortada y le dije, cariño el juego es el juego así que paga. A mí no me importa, ya lo sabes, al contrario, así que tu decides que hacer. Ella se levantó sin decir nada, toda cortada, se le notaba. Él se levantó también y se sentaron en el sofá para que yo lo pudiera ver bien. Él se echó hacia atrás, ella se agachó sobre su polla y mirándome fijamente a los ojos esperando quizás que yo parara aquello, empezó tras unos segundos a chupársela. Dejó de mirarme y aproveché para desnudarme del todo, ni se dio cuenta, para cuando ella quiso girarse para donde estaba yo, ya estaba en pie delante de ella, con la polla en la mano. Ella se topó con mi polla casi en su cara, me miró fija y dijo:

Carmen: “¿Qué pasa aquí, esto es cosa de los dos verdad? Lo habéis planeado juntos.”

Pensé que todo se iba a estropear y le dije:

Yo: “Sé todo Carmen, sé lo de la boda en los aparcamientos, sé lo de vuestras charlas y pajas por la cam, sé por que al fin te compraste el consolador negro, sé lo que pasó hoy en la piscina y todo lo ocurrido hoy en casa, lo del sofá, lo de la ducha… He visto como te has tragado su leche y quiero que esto continúe pero de forma libre sin escondernos, quiero que Daniel te folle en mi presencia, quiero después participar y follarte los dos a la vez.

Ella se quedó callada, miró a Daniel y a mi con carita de cordero degollado, y sin decir nada se puso encima de Daniel que aun seguía sentado en el sofá sin decir nada, de espaldas a él, mirándome a mí, cogió la polla de Daniel que se la había puesto un poco floja pero dura aun, se la restregó por su coño, cuando notó que aquello de nuevo se ponía duro como una roca se la metió lentamente a base de pequeños empujoncitos, de pronto de un solo golpe se la metió entera, cerró los ojos un momento, los abrió de nuevo y extendió los brazos para que me acercara, me acerqué y la polla le quedó a la altura de su cara otra vez. Empezó a chupármela, poco a poco y a medida que Daniel la bombeaba mas rápido ella aumentaba el ritmo de sus chupadas.

Por fin pensé, mientras me la chupaba a mí y se follaba a Daniel, esto era lo que tanto había deseado. Cuando estaba a punto de correrme me quise separar pero ella lo impidió, con el gusto y la follada de Daniel ella tenía los ojos entre-abiertos, me miraba fijamente, se la saco de al boca y me dijo: “Ésta es tu fantasía y ahora que lo he probado la mía también, tenías razón mmmmmmm.” (fue largo y profundo) No había duda se estaba corriendo. De nuevo se metió mi polla en la boca y por fin me corrí dentro, jamás me había corrido tan largamente ni tan abundantemente, el esperma le salía por la comisura de los labios, bueno el poco que ella no se podía tragar. De pronto Daniel hizo levantar y se puso en pie delante de ella también, sin esperar nada se la metió casi entera en la boca y también se corrió, aunque él, se apartó de ella y terminó de correrse sobre sus tetas. Era muy viciosa aquella imagen, mi mujer con la cara, boca, pelo y tetas, llena se semen por todas partes…

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