Un par de días después de la noche de bodas volvimos a grabar un vídeo de nuestras relaciones sexuales. En esta ocasión fue una mamada, con corrida en la cara. Muchos de mis seguidores me lo han pedido, pero no he podido hacerlo hasta ahora. Vemos esta sensacional mamada y corrida en la cara.
Primero jugué con mi lengua sobre su glande. Sensualmente le daba lengüetazos. Estuve así un rato, disfrutando a lametones de su caliente verga… También le masturbé con las manos, suavemente para provocarle más excitación luego con mi boca. Me encanta sentir las venas palpitantes de las pollas, como se hinchan por el morbo de estar conmigo, de recibir una caliente mamada.
Y luego también me introducía el pollón de Julio en mi boca y lo introducía y lo sacaba, como si de un polo se tratara. Pero eso lo veréis en las fotos que colgaré en la segunda parte de mamada y corrida en la cara. ¡No os lo perdáis!
¿Os gusta como la chupo? Pues también lo podéis sentir en vuestra propia polla. Mandarme un email e indicar qué os gustaría hacer. De momento mi tiempo sigue estando limitado, pero cuando tenga los fines de semana libres, quisiera hacer un grupillo de amigos con derecho a roce, para salir de fiesta por Alicante. Tengo muchos planes que se harán muy pronto. ¿Quiéres formar parte de ellos? Ponte en contacto conmigo y hablémoslo. A todo esto recordaros que estoy vendiendo mi material casero y que a todos los que compren algo se les dará acceso. También podéis pedir más información a mi correo electrónico.
Lo cierto es que no me termina de gustar mucho, me lo prefiero tragar, pero hice el esfuerzo por vosotros. ¿Os gusta como abrí mi boca, saqué mi lengua y esperé ansiosa que el líquido blando inundara mi boca? Pues me encanta el sabor que tiene, aunque no a todos los tíos os sabe igual. Me encanta sentirlo calentito en mi boca, tragármelo y el gusto que me deja en la garganta. Sin embargo sentirlo en la cara fue una experiencia nueva. Noté como chorreaba. Primero tuve miedo a manchar algo, pero cuando vi que eso no iba a ocurrir porque se mantenía ahí, sentí algo de gusto al sentirme como una zorra de las películas porno… Y me encanta sentirme así.