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Me desvirgué probando como puta

Me desvirgué probando como puta

Soy una de las chicas de Rubiela (la de Las chicas del piso de Madame). Y a continuación voy a contar mis experiencias como prostituta trabajando para ella. La primera vez fue la mar de excitante, pues me desvirgué probando como puta. Fue mi primera vez como prostituta y con un hombre en la cama.

Tengo mi salón de belleza donde cortarme le cabello y una vez lo encontré cerrado. Pues me tocó ir a otro y allí habían varias mujeres de diferentes edades. Cuando la señora de mayor edad salió, las otras empezaron a hablar escuetamente de sexo, de placer, de infidelidades, se reían. Entre ellas se conocen.

Yo era la única extraña allí y me mantenía callada todo el tiempo. La del salón si me había visto algunas veces, pero yo no era cliente habitual de ella.

Una vez me la encontré y me dijo que una señora de las que estaban esa vez, me quería conocer. Le pregunté que para qué. Que yo no estaba interesada. Pues una mañana que yo salí a comprar lo del almuerzo y salí en minifalda, vestido corto ajustado, sin medias me saludó. Me dijo que deseaba hablar conmigo. Me dijo que ella sabía que yo soy casada. Le dije que sí.

Entonces me dice:

-Pero tú eres muy bonita y joven para ya estar casada, deberías estar viviendo la vida. Mejor dicho eres mucha mujer para ser de un sólo hombre, pudiendo conocer muchos que te atiendan como te lo mereces y haciendo cosas ricas.

Para que yo le escuchara, ella me invitó a tomarme un café en una cafetería.

Yo me le enfadé y me paré, ella me llamaba, pero no le puse atención.

Eso me puso a pensar durante la noche, pues con mi esposo la sexualidad es de nula. Pero siempre había tenido la formación de que el sexo es sólo dentro del matrimonio, pero la verdad yo no sentía placer que dijera «Uyyy que rico es» No. Era como una obligación.

Me siguió sonando hasta que una vez más me la encontré a la señora y la saludé. «Buenas señora» No más. Ella me dijo:

-«Bueno, al menos no está tan disgustada conmigo… ¿Ha pensado lo que le dije?

Ya no podía más mi intriga y le dije:

-Y a qué es que se refiere usted, porque yo no soy una de esas que anda buscando.

Me dijo:

-Ya lo sé y por eso he querido hablar contigo. Pero ya te digo, que con el cuerpo que tienes, el porte, esa cara tan hermosa, lo femenina que eres, muy decente, es el perfil perfecto para que no seas de un sólo hombre, que conozcas, que vivas, que disfrutes… Ya sabes a que me refiero, cierto? …que estás haciendo en este momento o que tienes que hacer ahora?

Me desvirgué probando como puta

Me decidí en decirle:-Pues tengo el tiempo libre esta tarde.

-Pues ve. Cámbiate y vamos en un momentico, conoces y decides.

Fui, me cambié y ella pasó por mi en un taxi.

Nos fuimos charlando de otras cosas, del salón de belleza, del vecindario, mejor dicho ella me distrajo y cuando menos pensé, le dijo al conductor del taxi.

-Señor, por aquí por favor.

Nos bajamos, volteamos la esquina caminamos un poco a llegar a una casa de un sólo piso, ella timbró y segundos después vi por el vidrio corrugado que alguien se acercaba a la puerta.

Una señora como de la misma edad de la otra, 67 años, pero delgada y con crema en la cara, perifollada y como estirada, nos hizo entrar.

La señora que me llevó, le dice a la otra:

-«Ella es de quien le hablé»

Quedamos en que llegamos al sitio, es una casa de un sólo piso, abrió una señora delgada ya madura.

Apenas me vio me miro de arriba abajo por el hecho de haber llegado con la otra que es un poco gordita y se ve mayor.

Ya con la puerta cerrada y en la sala, la señora que me llevó, le dice a la otra:

-Ella es la mujer que quien le hablé.

La otra me miró de nuevo en la misma forma y me pidió que me diese vuelta. La que me llevó le dijo a la otra:

-¿Cómo le parece? -Quisiera ver más Le dije yo:

-¡Perdón! ¿Cómo así?! Pero doña Carmen, me dijo que le hiciera caso, que es sólo rutina. Me pedía que me desnudara, le enseñara las tetas, las nalgas y mi conchita.

Cuando me estaba desnudando, me preguntó doña Violeta:

-Tienes estrías con arrugas o sólo manchas, has tenido hijos?

Le dije que estría de líneas delgaditas, lo normal.

-¿Cada cuanto tienes sexo? ¿Cada día? Mejor dicho, ¿tienes mozo que le haga mantenimiento? Sé que tienes marido, eso no lo tengo en cuenta.

Me hizo inclinarme hacia adelante, ya desnuda, para verme bien desde atrás, me sobó las tetas añadiendo:

-Estarías dispuesta a atender ahora mismo? En cualquier momento llegan clientes y necesito saber si cuento con su servicio.

Doña Carmen me miró a que dijera que sí. Te cuento que yo estaba temerosa por la forma como me miraba Violeta, pero doña Carmen, me daba confianza y acepté.

Violeta me dice:

-Ve, detrás de esa cortina hay un espacio, hay una cama, ahí hay un babydoll, póngaselo y se me presenta, ¡pero ya!

Hice caso, la verdad aparte del temor, la curiosidad y lo excitada que me estaba poniendo. Me fui detrás de dicha cortina y escuché que la puerta se abrió y se cerró. Estaba yo desnuda ni formas de salir, pensando que alguien abría entrado. Pues cuando ya salí en babydoll y zapatos, me di cuenta que doña Carmen se había marchado.

Y preciso, sonó el timbre y Violeta me dijo que me metiera detrás de la cortina a esperar a alguna indicación de ella.

Así lo hice y resulta que por la voz, era un señor ya maduro.

Escuché claramente que Violeta le dijo:

-¿Ya había venido antes o es primer vez que viene?

-Primer vez.

-Bueno, es un servicio de chicas, de servicio íntimo, la relación y lo que usted desee de más ya lo habla con la chica. En el momento sólo le tengo una chica. Es una chica muy bonita, es nueva, pero viene recomendada que es muy complaciente. Se la presento y usted me dirá si toma el servicio o no… ¡Presentación! (dice ella en voz alta)

Cuando voy a salir ella me advierte tras la cortina que siempre en todo servicio viene primero el sexo oral, es decir que debes mamárselo al cliente por espacio de 2 a 3 minutos, ni más ni menos para iniciar.

-Ve a presentarse, yo veré bien morbosa, bien puta que a eso vienes!

Me sentí degradada, pero estaba muy excitada con la sola postura de esa prenda que yo nunca en mi vida me había puesto ni siquiera por medírmela. Y con zapatos altos, más aún En sólo babydoll, hilo dental sin sostén, sin medias y en zapatos.

Vi que efectivamente era un señor de más de 67 años aproximadamente, traía maletín y corbata, muy formal, pero nada guapo. Como yo no sabía como decir, le dije que si sabía ya del servicio. Me dijo que quería oírlo de mi parte.

-Bien… Es un servicio íntimo, relación que se le inicia con sexo oral, es decir… Yo te (cerrando la mano en forma de puño y moviéndola de arriba abajo dije)… lo mamo y la penetración vaginal como usted deseé, en que posiciones, ud me dirá si toma el servicio o no

-¿Y cuánto es? -pregunta él.

Pues Violeta sale y le dice:

– Son 35, va incluido el reservado con preservativo y papel. ¿Va a tomar el servicio?

Yo estaba indecisa si rogar porque se fuera o de una vez por todas debutar con este señor, como chica o mejor dicho, como puta.

Pues el señor sacó el dinero y ella se acercó a recibir, me dijo que lo esperara detrás de la cortina donde yo me había cambiado. Me advirtió Violeta:

-No le vayas a decir por nada del mundo que eres principiante en esto. Yo le dije al señor que eres nueva, pero aquí. Pero si él le pregunta que si es primer vez, le vas a decir que lleva varios meses, que eres separada, que tienes una niña que mantener y sobra decir, pórtate bien puta, ¡yo espero que esa mamada sea espléndida!

Me desvirgue probando como puta

Entré y el señor lo hizo, se despojó de la ropa, yo del babydoll. Me empezó a tocar a lamerme las tetas, me recorrió y tomando yo el sobre del preservativo, lo rasgué, lo extraje y masajeándolo un poco se le puso erecto, le puse el condón y lo que nunca le había hecho a un hombre. Empecé a lamerlo por todo lado y a medida que lo hacía se le ponía más duro. Me aseguró contra su cuerpo por la cabeza y sentí que me estaba excitando yo como nunca.

No sé si pasaron 2 o 3 minutos, pero lo cierto es que él me tuvo que retirar.

Me tendió y abriéndome de muslos, se los puso encima de sus hombros para penetrarme.

Sentí como si fuera mi primer vez, que me desgarraba. Ponía yo mis manos en la cintura de él pero de por delante para tratar de mantenerlo a cierta distancia. Pero estaba él tan excitado que me embistió y ahí si puse mis manos en la cintura de él, esta vez por detrás, pero para que lo metiera todo. Lo miré con desenfreno, sentí que se corría dentro del condón dentro de mi. Sudé, mis tetas quedaron lavadas de sudor. Nunca había sentido eso, pero también sentí un desgarro total.

Terminé pensando que ahora sí era desvirgada. Desvirgada y supuestamente era ya una puta o prostituta.

Me fui a duchar sin decir nada al señor que salió contento, pero yo me cambié y al salir ya cambiada, resulta que ya había otro cliente. Ya vestida para irme, me presenté, pero al cliente no le gustó mucho y se fue. Violeta se puso muy molesta conmigo y decidí que si yo trabajaría en esto, yo no volvería a donde ella.

Eso se lo dije a doña Carmen cuando la volví a ver y entonces me dijo que ella reconocía que Violeta no sabe trabajar a las chicas para que no se le vayan.

Pero me dijo:

-Pero si quieres te llevo a otro sitio.

Le dije:

-Creo que aún no había sentido ser desvirgada. Nunca había sentido lo que me hizo sentir ese señor que atendí donde Violeta.

-Te voy a llevar con Rubiela y ahí sabrás si te gusta este oficio.

Así fue cómo me desvirgué probando como puta y cómo aun sentí más curiosidad por este oficio.

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