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Mi primera experiencia con un esclavo 2

Mi primera experiencia con un esclavo 2

Hace unas semanas hice un artículo hablando sobre la primera experiencia con un esclavo. Hoy, 3 semanas después, vuelvo para contarles como ha evolucionado esta relación.

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Después de suplicarme diariamente por una foto de su ama desnuda, por fin recibió mis braguitas usadas. Desde un principio era lo que quería y después de muchas súplicas y mucho trabajo consiguió su deseo. Me sentí completamente feliz de saber cómo las había recibido:

«La espera mereció la pena. Fui a recoger el paquete y aún con las manos trémulas abrirlo y depositar su contenido sobre mi cama, eran esas preciosas bragas, las mismas que mi AMA lucía en el vídeo y las que deseaba con todas mis fuerzas poder adorar por fin eran mías me abandoné pues al maravilloso festival de aromas por descubrir que me hacían pensar que estaba lamiendo lo más sagrado de mi DIOSA soñando estar entre sus piernas disfrutando de aquella ambrosía. El embriagador olor de las bragas me trasladó a un mundo en el que el estímulo y los sentidos convivían y sólo la tenían a ella como auténtico centro de todas mis atenciones. Aquella noche me dormí con sus bragas usadas pegadas a mi cara y todo el perfume en el ambiente me llevaba a mi DUEÑA algo que me colmó de una felicidad plena e intensa. La espera por tener este lujo lo merecía. Gracias mi AMA por otorgarme la divinidad de su aroma tan íntimo y enloquecedor. Su esclavo.»

Mi primera experiencia con un esclavo 2

Con estas palabras me elevé al cielo y me sentí completamente satisfecha. Había cumplido las ilusiones de una persona, de un seguidor que me leía todas las semanas, y soñé con volverlo a hacer, con hacer feliz a otra persona que tuviera una fantasía que yo pudiera cumplir. Y soñé con continuar con esta relación tan placentera para las dos partes, con volver a hacer feliz a este seguidor que sigue mis relatos y participa en muchas ocasiones.

Pero la historia no acabó ahí. Seguimos mandándonos mensajes, por supuesto. Me contó qué se había masturbado oliéndolas intensamente. Me hizo sentir muy especial… Le pedí que se las pusiera para hacerse unas fotos con ellas puestas y me suplicó que no le obligara porque no quería que perdieran parte de su aroma tan pronto. Estaba claro que estaba completamente implicado y me sentí como la dueña de su destino, como diosa a la que adora todos los días. Por supuesto cedí en mis pretensiones, pero le pedí una foto de él con ellas puestas. Quería verlo gozando con ellas y ello me haría completar mi satisfacción.

Este relato ha sido un poco corto y contiene sólo una imagen. Os recuerdo que estoy planeando hacer un trío con un amigo y os dedicaré fotos y vídeos. El siguiente es Un sueño muy húmedo.

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