Hablando por el Messenger con el chico retrasado con el que quedé el día de su cumpleaños, acordamos vernos en Benidorm. Él tenía un apartamento en la Cala y yo me moría de ganas de volver a ver la playa. Os cuento cómo acabé prostituyéndome en Benidorm.
Me invitó a pasar allí una semana. Y claro, él me hablaba como si fuera su novia y yo me dejaba querer, aunque no tenía muchas ganas de liarme con él, ya que me dio asco cuando lo tuve que hacer en una noche loca. Pero me dije que lo tenía que hacer por pasar unas buenas vacaciones.
Fui en autobús y cuando llegué me esperó en la parada. Cuando me vio lo primero que me dijo fue que llevábamos no se cuanto tiempo de novios. Yo pensé que menuda tontería porque sólo nos habíamos visto el día que nos conocimos y éste. Me llevó a su apartamento. Estaba muy bien. Era una urbanización con piscina en medio y jardines. Y su casa, una preciosidad. Después del comedor había una salita-habitación acristalada, con vistas al peñón (ese que se supone que un gigante hizo una marca con el dedo índice y le dio una patada como si fuera un balón). Todo me encantó. Lo único que me dejó extrañada fue que a sus padres me presentó como su novia, claro. Yo muerta de vergüenza intentando disimular que sí me gustaba. Pero lo más fuerte de todo fue que el padre empezó a preguntarme si me gustaría vivir allí, y yo al decirle que sí porque me encanta la playa, me empezó a buscar trabajo. Me dijo que en cuanto me colocara nos podíamos ir a vivir a otra casa que tenían en la misma urbanización. Yo pensaba: Vaya tela donde me he metido.
Para intentar sacarme unas pelillas, le dije que para hacer algo (sexo oral, polvo o lo que sea), que últimamente como no tenía trabajo cobraba por ello. No me puso ninguna pega y empezó a soltarme pasta para que le hiciera de todo. Así que nada. Por las noches nos íbamos a algún rincón discreto y allí nos lo montábamos. Para mamársela no tenía ningún problema. De hecho, me gusta mamar aunque el chico no me guste. Lo único que se ponía muy pesado diciéndome todo lo que le gustaba. A la hora de follar y liarnos, la cosa se complicaba. No tenía apenas experiencia y tenía que ser yo la que le agarrase la polla, siempre con condón, y me la metiera en mi coño. Pero, uf, casi no se movía y era yo la que tenía que empujarle. A él le gustaba, desde luego, pero a mí no me hizo sentir ningún placer. Al final tuve que decirle que me dolía la vagina de tanto follar y, por el mismo precio, se la chupaba. Los besos se los esquivaba siempre que podía. En fin, así funcioné y me llené los bolsillos.
Ya en mi casa hablé con este chico por Messenger y le dije que me había agobiado y que no quería que siguiéramos siendo pareja. Que me parecía bien ser amigos, pero que no quería tener planes de futuro, como su padre se había empeñado. Se quedó triste, pero al ver que seguía hablándole como siempre y haciendo las mismas cosas, se animó y tenía ilusión en volver a verme. Tal vez quisiera volver a reconquistarme.
Por otra parte hablé con un chico que conocí también en el chat de Terra. Nos gustábamos mutuamente y quisimos conocernos pero no había manera. Era de Zaragoza y yo no quería volver a viajar para gastarme los pocos ahorros que había conseguido. Él se ofrecía a venir pero no podía ofrecerle mi casa ya que mis padres no lo verían con buenos ojos. Pero entonces surgió una idea. Me dijo que tenía reservado un hotel de Benidorm. Y bueno, yo teniendo allí a mi amigo que me esperaba deseando volver a verme y con la cartera llena, decidí conocerlo en otras vacaciones. Así que poco después estuve de regreso a Benidorm.