Q (Desire) es una película francesa con mucho erotismo y algo de pornografía. Cuenta las historias cruzadas de amigos adolescentes. Pero en especial la obra se centra en Cécile, un personaje que simboliza el deseo y del que nadie escapará a sus encantos.
Créditos
- Título original: Q (Desire)
- Año: 2011
- Duración: 103 minutos
- País: Francia
- Director y guionista: Laurent Bouhnik
- Reparto: Déborah Révy, Helene Zimmer, Gowan Didi, Johnny Amaro, Johan Libéreau, Jean-François Gallotte, Brice Fournier
- Género: Drama, romance, erótico, historias cruzadas
- Puntuación: 4,6 puntos
Argumento de Q (Desire)
Cécile (Déborah Révy) es una joven de 20 años que acaba de perder a su padre. Sin embargo, en lugar de exteriorizar su dolor, lo que hace es desahogarse con sus amigos calentándolos aun cuando tiene novio. Alice (Hélène Zimmer) es otra joven cohibida por su madre y debe mantener su relación con Matt en secreto. Y Virginie (Christelle Benoit) es una mujer casada y enamorada de su marido, pero buscará diversiones distintas.
Mi opinión sobre Q (Desire)
Lo primero que tengo que decir es que como película erótica me ha parecido muy buena. Las escenas que contiene son diversas y muy morbosas. Sin embargo, y es aquí el problema principal, es que hay tantas historias cruzadas que no llega a desarrollar ninguna en concreto, y por lo tanto cuesta seguir el hilo. Por supuesto destacar la actuación de Déborah Révy, que por cierto también aparece en Love, otra excelente película erótica. Me recordó a la Jessy de Sin tetas no hay paraíso, un personaje cargado de sensualidad y que a través del sexo conseguía todo lo que quería.
La crítica de Q (Desire)
Entre monólogos sobre sexo de vaginas, o más bien de pelvis de mujeres mientras se duchan, encontramos escenas eróticas y más escenas eróticas. Desde el principio se hace una declaración de intenciones. De hecho casi toda la película son escenas eróticas con desnudos integrales, lésbicos y hasta sexo explícito, a excepción de la trama del graffiti y persecuciones locas que no tienen ningún sentido. El resto son historias cruzadas de adolescentes teniendo sexo, o de Cécile seduciendo a sus amigos. Pero el hecho de que todo esté dirigido al sexo, dando muy poco espacio al dolor que pueda sentir la protagonista por la pérdida de su padre (por ejemplo), hace que todo sea más aburrido.