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Recuerdos de placer

Recuerdos de placer

Los recuerdos de placer pueden resultar en situaciones embarazosas. No pudieron darse mejor sin el atrevimiento de una mente capaz de querer hacer. La oportunidad para mí es los más importante dentro de las locuras cuando no son ilegales pero si delicadas. Las oportunidades que son necesarias para las experiencias de la vida, quizás las que siempre he querido, lo pensaré mejor. Sin embargo es la mente del joven del ingeniosos pero cauteloso, la mente del miedoso y del atrevido.

En la vida no pensamos más allá de la gloria material pero ahí vemos que nos equivocamos cuándo la llamada es diferente. Esas son las situaciones que nos permiten identificarnos con nuestro querer y nuestro ser. Pensar sobre mí y mi sexualidad no daba paso hasta la actualidad. Nada como la memoria para evocar esos recuerdos de placer tan magníficos. Mi sexualidad la conocí de formas diversas pero necesarias ¿quién soy? ¿Qué haré de este placer? ¿Dónde vuelco esto que siento? Descubrirme, eso era lo que esperaba.

Hacer esas cosas tan “locas” realmente me daban paso a saber dónde y con quién colocarme. Teñirme con esos recuerdos implica aceptar todo lo que pasó sin negarme a cambiarlo, solo porque no quiero. ¿Qué haría si esa memoria se suicida en el torbellino de emociones?

Vale la pena cuando el momento se presenta y las ganas están en el aire. Manifestarme como amante del sexo con hombres, con mujeres, con ambos ¿eso qué? Sigo siendo yo. No me importa lo que puedan comentar, descubrí lo que me gusta y lo sigo haciendo, sin rendir cuentas. Eso pasa como estar en pareja, mejor estar solo, sin tantas trabas y no te atas a nadie.

Solo fueron recuerdos de placer donde diría si no es ahora no es nunca, no hay que pensarlo de más. Cabe destacar cada momento que penetré, que me penetraron, que chupé, que me chuparon, todo lo que utilizamos, puro placer.

Soy romántico y utilizo ese lenguaje “lindo” pero el sexo no tiene reglas, todo se vale. Cada momento con alcohol, con juguetes, vibradores, lubricantes para que todo se deslice mejor; lengua y semen caliente. Pero no más caliente que yo.

Aunque no toda mi vida gira al sexo, las oportunidades se presentan y pensarlo dos veces es como si nunca se actuara. Una filosofía de vida y lo que quería era dedicar estos recuerdos de placer. Dedicar estos recuerdos como si hubiera mucho tiempo para soñar a cada instante.

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