A la mañana siguiente me levanté, me vestí y me fui a recoger a mi amiga para irnos juntas al instituto, luego cada cual se fue a su clase. Me senté en mi sitio y sonó la campana, tenía sueño, la profesora pasó y abrimos el libro.
Comenzó a explicar algo, pero yo me metí en mi mundo. No sé el tiempo que transcurrió, pero la profesora me dijo algo y mi amiga me dio una palmada en el aire y yo salí de mi mundo.
Yo: ¿Qué pasa?
Profesora: ¿Cómo que que pasa? Te he preguntado algo y ahora espero que me respondas
Yo: ¿Podrías repetirlo?
Profesora: ¿Quién era Felipe II?
Yo: Pues.. uno… que…
Profesora: si hubieras escuchado lo sabrías, tienes un negativo, mantente atenta por que los exámenes están a la vuelta.
Me quedé mas roja que un tomate. En el patio me reuní con mi amiga, nos sentamos en la escalera y nos comimos el bocadillo.
Amiga: ¿esta tarde vas a salir?
Yo: supongo ¿Qué vamos hacer? Yo no tengo dinero y hace frió.
Amiga: ¿Podemos jugar otra vez?
Yo: ¿Otra vez?
Amiga: ¿No te gustó?
Yo: Sí, pero es que el juego me produce sensaciones extrañas.
Amiga: Eso es por que te metes demasiado en el personaje y te lo crees.
Yo: Sí, la verdad es que sí, pero ayer cuando interpreté el papel de Camerún.
Amiga: Cameron.
Yo: Sí ese, la voz, la forma de ser no se parecías un tío pareció esa sensación.
Amiga: Porque siempre me he juntado con mis primos y he aprendido mucho de ellos.
Yo: Tu personaje, bueno Camerón, bueno tú… No sé me encanta es como me gustaría que fuera mi novio.
Amiga: Así era el chico del que te hable, todos sus amigos son así pero el es único.
Yo: El muñeco es muy bonito.
Amiga: Ja, ja, ja el muñeco lo han fabricado bien y Camerón es muy guapo le tengo mucho cariño y si le incrementas la personalidad aun te gusta mas
Yo: Sí, pero tú llevas a Camerón así que es tu personalidad, por que es un muñeco.
Amiga: si bueno menuda rayada, la de esta mañana es mejor que nos olvidemos del juegecito por que nos esta creando paranoias.
Yo: si tienes razón, nos toca clase con el chico ese. Es mejor que lleguemos las primeras no quiero verlo enfadado.
Llegó ultima hora y cada una se fue a su casa, y quedamos por la tarde y me fui a mi casa.
Mamá: ¿Cómo te ha ido el instituto?
Yo: genial, hoy me ha preguntado la profesora y como he respondido bien me ha puesto un positivo.
Mamá: ¿ves? ¡Cuánto me alegro!
Yo: Bueno esta tarde me voy con mi amiga un rato, luego me pondré a estudiar.
Mamá: Vale, hoy me tienes contenta.
Yo: Mamá te quiero mucho.
Mamá: Y yo a ti.
Terminé de comer y cogí mi libro. Sabía muy bien como poner a mi madre contenta y así dejarme salir había aprendido a controlar a todo el mundo con mis mentiras, daban efecto pero sólo por el momento porque luego se disolvían produciendo el efecto contrario.