Al día siguiente fui a su casa y pase a su habitación no se veía casi nada y ella estaba sentada en la cama. Tenía ganas de verla para saber qué pasó ayer, porque sabía que sus padres se habían enfadado mucho con ella.
Yo: ¿Qué paso ayer?
Amiga: cuando me fui de tu casa me cruce a mi hermana por el camino se dirigió a tu casa y me dijo que mi padre estaba muy enfadado. Nada mas llegar a la puerta me agarró de los pelos y me tiró al suelo empezó a darme patadas en el estómago y me pisó el cuello. Si no llega a ser por mi madre me hubiera matado. Lo odio.
Yo: ¿Qué bruto no? Pero le dijiste algo.
Amiga: No. Él se lo imaginó solo pero no tiene pruebas. Siempre que tiene oportunidad de pegarme lo hace y a mi madre también.
Yo: ¿Qué dices? ¿A tu madre también?
Amiga: Sí, ahora ya no tanto pero antes le pegaba siempre, cuando estaba embarazada de mi hermano el pequeño le pegó una patada en la barriga. Pero bueno ya te irás enterando de mas cosas.
Yo: Pero por algo lo hará.
Amiga: Sí, por que está loco.
Yo: Alguna razón habrá.
Amiga: A mí ya me da igual, sólo quiero que se muera.
Yo: No desees la muerte a nadie.
Amiga: Es lo que se merece.
Yo: Bueno vamos hablar de otra cosa, cuéntame lo de ayer.
Amiga: Bueno cuando te fuiste al rato, salimos y el amigo me dijo “tú amiga se ha ido llorando” y ya.
Yo: me pidió rollo.
Amiga: Ya, y tú no se lo diste, que tonta has sido, seguro que no tienes otra oportunidad como esa.
Yo: Quien sabe, ¿y el otro te dijo algo a ti?
Amiga: Que no se lo dijera a nadie.
Yo: Que espabilado.
Amiga: Tiene miedo de mi padre.
Yo: Vaya tienes el demonio en casa.
Amiga: No lo sabes tú bien.
Yo: Bueno ¿jugamos?
Amiga: Vale así salgo un poco de este mundo.
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