Me lie con el que es lo que había deseado desde el principio, me daba igual lo que opinara mi amiga, o al menos en ese momento. Me aburrí toda la tarde en casa de mi abuela menos mal que estaba mi prima.
Al llegar la noche me despedir de él con un beso y llegue mi casa.
Se lo conté mi amiga y se quedó callada a mi me pareció que le dio igual y nos fuimos a dar una vuelta.
- Yo: ¿Cameron?
- Amiga: No está.
- Yo: ¿Qué le pasa?
- Amiga: Nevra le ha puesto los cuernos con el vecino de tu abuela.
- Yo: Pero si salió conmigo.
- Amiga: ¿Y qué? Pero estaba en su cuerpo y además tú no es lanzada pero ella sí.
- Yo: Pero…
- Amiga: A ver pensado las cosas.
- Yo: tú sabes que me gustaba a mí desde el principio.
- Amiga: ¿Ahora a qué juegas? ¿Qué me estas echando en cara que me lié con él? Te recuerdo que fue gracias a ti porque no sabías besar. Ahora que corto con él, aprovechas la situación para liarte y encima vienes y me lo cuentas.
- Yo: No te iba a mentir.
- Amiga: Pues podrías haberlo echo, porque se te da estupendamente.
- Yo: Es por el otro.
- Amiga: ¿De qué me hablas?
- Yo: A mi me gustaba su amigo también y yo te lo conseguí y no te dije nada.
- Amiga: ¿Cómo? Esto ya sí que es fuerte, me estoy quedando loca, mira vamos a sentarnos porque me sacas de los nervios. Mira salí con este niñato porque también me lo presentas y me gustó y tú estabas mal porque se suponía que Cameron ya no salía.
- Yo: Por las dos cosas.
- Amiga: Bueno ¿y tú eres una amiga?
- Yo: Sí, y ahora él es mío.
- Amiga: Ah, ya se cual es tu juego ¿quieres jugar? Juguemos es muy fácil o yo o él. Ay, que yo no te importo, se me olvidaba. O Cameron o el ángel.
- Yo: Si que me importas.
- Amiga: No amiga no te equivoques a ti te importan los que llevo dentro y como ya me tienes hasta el ovario hasta que no te lo ganes no vas a obtener nada de mí.
- Yo: Te has pasado.
- Amiga: Haberte callado, vamos a la pantera.
- Yo: Yo no puedo ir.
- Amiga: Me la sopla es tu castigo.
- Yo: ¿Desde cuando me castigas? No eres mi madre.
- Amiga: Desde hoy, y no soy tu madre, pero tengo algo que te importa y si no lo quieres perder arreando.
- Yo: ¿Por qué siempre me obligas hacer cosas que no quiero?
- Amiga: ¿Yo? Pero tía, ¿de que vas? ahora vamos a ir toda la semana.
- Yo: ¿Es que no sabes hablar o que?
- Amiga: Yo sí, pero tú no así que cállate.
Durante aquella semana fuimos a la pantera y una de la veces que salió a su casa no parecía ella. Llevaba minifalda, unos tacones, una camiseta ajustada y la verdad me sorprendió verla vestida así.
- Yo: ¿Eres tú?
- Amiga: ¿Qué te pensabas que no iba a cumplir lo que te dije? Ves como lo hecho y no me ha costado nada.
- Yo: Tía, voy a dejarlo por ti, te prefiero a ti.
- Amiga: ¿Te hago palmas? ¿Me pongo a saltar? ¿Grito?
- Yo: Te lo digo enserio.
- Azucena: ¿Y cómo sé que es verdad?
- Yo: Grabaré la conversación por el móvil.
- Amiga: ¡has pensado! Así me gusta, pues ya que grabas la conversación sácale cosas de mí.
- Yo: Vale.
- Amiga: ¿Cuándo vas a volver?
- Yo: Mañana.
- Amiga: Vale, como no me traigas la grabación te olvidas de Cameron.
- Yo: Que te la voy a traer.
- Amiga: Mas te vale, yo no pierdo nada.
- Yo: Ya lo sé.
- Amiga: Bueno además de la grabación quiero me que busques a un tío y esta vez ni te atrevas a quitármelo porque nos pierdes a todos “recuérdalo siempre”.
Aquella tarde volvimos a ir a la pantera yo tenía miedo por si mi padre pasaba por allí con el coche y me pillaba, pero debo admitir que nunca me pillo pero el miedo me ponía muy nerviosa y en mi mente se formaban pensamientos negativos.