Se asombraron cuando vieron la casa y se terminaron de creer todo lo demás. Pronto la gente se acercó a mi y me metieron en su pandilla y me iba con ellos. Me sentí integrada con ellos y por fin tenía lo que quería.
Le dije a Israel que si salía conmigo por 300 € y él me dijo que sí, pero nunca nos llegamos a besar aunque yo lo deseaba pero a mí me daba vergüenza porque no sabía besar y él por que no le gustaba.
Era tan ignorante que pensaba que podría conseguir el dinero pero me di cuenta de que un día se descubriría todo y yo estaba intranquila.
Mi amigo Santiago que era muy listo y sabía que algo andaba mal. Fue a mi casa acompañado por todos y dio la casualidad de que vinieron mis padres.
Santiago se aproximó hacia mi padre y le preguntó:
Santiago: ¿Es usted médico?
Papa: No
Santiago: ¿Tiene un Ferrari?
Papa: No.
Santiago: Entonces tampoco será millonario.
Papa: Desde luego que no. bueno hasta luego.
Cuando levanté la cabeza y miré la cara de mis compañeros vi en ellos decepción, engaño y oí que Andrea decía “mentirosa”.
Me metí en mi casa y ellos se fueron. Me daba terror imaginarme lo que pasaría al día siguiente. Cuando entré a clase y me senté la gente apartaba la mirada y siquiera me hablaban y decían algo entre ellos pero ahora ya no formaba parte de mi imaginación.Estaba sola. Israel pidió cambiarse de sitio pero el profesor no le dejó. Quise pedirle perdón pero no sabía como hacerlo, y me insultó con rabia y entonces yo me enfadé y me entró la furia. Era algo que no podía controlar. Entonces le escribí una carta que ponía en ella cosas horribles fruto del se enfado y todos los demás.
Era el último curso y ya me daba igual todo; en aquel verano comencé a salir con David yo tenía 14 años y él 16 no era precisamente el chico de mis sueños pero así pasaba el tiempo con alguien. Cuando me llevó a su casa no estaba muy limpia que digamos y su habitación estaba hecha un desastre. Pero enseguida rompí con él y todo se acabó.
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