Como hago a menudo, ayer por la tarde pedí cita en la peluquería de mi barrio para depilarme. Me hicieron hueco para el mismo día así que cuando llegó la hora me preparé y me fui. Y tuve una experiencia morbosa con la chica de la peluquería… Sexo con la peluquera.
Al llegar vi que entre las chicas que trabajan en la peluquería había una cara que no conocía. Era la de una chica con el pelo largo y castaño y unos ojos claritos. Obviamente me llamó la atención desde el primer momento.
Una parte de mi deseaba que la chica nueva me depilase para poder tener algo de contacto con ella pero por otro lado me entraba la vergüenza de pensar que si eso ocurría pues vería mi cuerpo desnudo.
El destino quiso que fuese ella la que me depilase. Me llamó con una voz cálida y yo, sin decir nada, rojo por la vergüenza, me levanté y me fui a donde ella me indicaba para empezar a depilarme. Cuando entramos a la habitación me preguntó que qué quería depilarme a lo que respondí que todo el cuerpo. Ella asintió con la cabeza a la par que también se ponía roja.
Me pidió que me desnudara mientras calentaba la cera y eso hice. Estuvimos hablando de cosas un poco tontas la verdad, se notaba que ambos estábamos bastante nerviosos y después empezó a depilarme. Comenzó por la espalda pero terminó pronto y me pidió que me diese la vuelta. Empezó por el pecho y fue bajando hacia mi polla… Según notaba sus manos calientes bajar hacia esa zona empecé a sufrir una de mis potentes erecciones. Ella se sonrojó aun más y yo me disculpé. Me dijo que no pasaba nada pero su comportamiento empezó a cambiar. Soltó la cera y cogió un aceite. Se llenó las manos con el y empezó a tocarme el cuerpo. Yo me excitaba cada vez más y creo que ella también porque su respiración se hacia cada vez notar más.
Llegó un punto en el que dejó de tocarme el pecho y empezó a pajearme mientras se le escapaban unos pequeños gemidos. Empezó a chupármela mientras me mostraba sus tetas y me cogía una mano para que las apretase. Me la chupaba con mucho ímpetu como si estuviese deseosa de placer.
Todo tenía muy buena pinta hasta que un golpe en la puerta preguntó que cuanto tiempo quedaba para terminar de depilarme ya que había más clientes. Ese golpecito hizo que ella se detuviera pero cogió un papel y un boli y me escribió su número de teléfono y una notita diciéndome todo lo que teníamos pendiente.
Estoy deseando volver a verla para follar con ella como un campeón y si puedo pues hacer fotos para subirlas al blog y que podáis vernos. ¡Y veréis!