White Girl es una película dramática estrenada en Diciembre de 2016 por Netflix. Bajo la dirección de Elizabeth Wood y protagonizada por Morgan Saylor, cuenta una historia cargada de erotismo y drogas. Una genialidad que retrata la Nueva York más fiestera.
Créditos
- Título: White Girl
- Año: 2016
- País: Estados Unidos
- Duración: 88 minutos
- Género: Drama, erótico, drogas
- Director: Elizabeth Wood
- Reparto: Morgan Saylor, Chris Noth, Brian ‘Sene’ Marc, India Menuez, Justin Bartha, Ralph Rodriguez, Adrian Martinez, Eden Marryshow, Annabelle Dexter-Jones, Anthony Ramos, Celia Au, Tamika Sonja Lawrence, Stefano Villabona, Kyanna Simone, Jermel Howard, Ralph Bracco
Argumento de White Girl
Una estudiante de la Universidad en Nueva York, busca de drogas y emociones fuertes. Pronto encontrará algo auténtico que podría perder tarde o temprano. El chico del que se enamora es encerrado en la cárcel. Ella sacrificará todo por él… incluso degradarse como mujer.
La Lolita rubia adolescente de White Girl
Lo cierto es que la preciosa cara de Morgan Saylor me recordó a la de Dominique Swain, la Lolita de Adrian Lyne. Ella es una joven alocada, que llega a Nueva York deseando drogarse y tener sexo sin parar. Justo como nos imaginamos a Lolita recién cumplida su mayoría de edad. Tiene algunos gestos, como sonrisas o risas, que la hacen extremadamente sexy.
Su predisposición al sexo es total. En un principio parece que si alguien da una raya para que se meta, tiene sexo gratis. Incluso el gordo que vende la droga podría habérsela tirado delante del novio, sólo porque lleva ese polvo mágico que la enloquece. Polvo por polvo. Y luego cuando quiere tomar el papel de heroína, lo hará siempre pasada hasta el culo de droga y sin dejar de follar.
La excelente calidad de las películas de Netflix
El cine español ha mejorado mucho desde que Netflix se ha convertido en productora. White Girl no la produce, pero si ayudó y la estrenó en su plataforma. La calidad técnica de la película es genial. Se nota que ha habido dinero detrás. La rubia, guapísima, por momentos parece una yonki total. Y eso no se consigue por casualidad. Hay secuencias geniales, el ritmo es constante y los problemas se amontonan. Sólo la Lolita rubia, con ese platino y esos rizos, querrá enfrentarse a ellos. Incluso aunque puedan llevarse por delante su alegría.
Las escenas eróticas
Las escenas eróticas dan mucho morbo. No llegan a enseñar gran cosa: un pecho por aquí, un manoseo por allá… pero se intuye en todo momento el sexo que hay. Se muestra lo justo en cada escena. Me encantó el ambiente de la discoteca. Por momentos parecía una orgía. Pero mi escena preferida es la mamada que le hace a su jefe… en la oficina. Esa en la que les interrumpen. La pilló justo después meterse y saltaron chispas. Acabaron haciendo lo primero que podían, con desesperación por desahogar su deseo. Fue brutal.