En esta ocasión vamos a hablar de películas de cine convencional, o películas porno un tanto peculiares, en las que se muestra o se insinúa bestialismo. Se trata de cine que traspasa los tabúes sexuales, para entregar al espectador una experiencia bizarra, fuera toda cordura. Veamos lo que ha dado de sí la zoofilia en el cine y la televisión.
¿Qué es la zoofilia?
Antes de nada, conozcamos la definición de zoofilia. Se trata de una palabra empleada para describir el sexo entre un ser humano y una especie animal. Viene del griego, al mezclar las palabras «zoon» y «philia», «animal» y «amor». Y la parafilia asociada a este término es la de zoófilo, zoosexuales o zoofilico. No sólo hace referencia a las personas que tienen relaciones con otras especies, sino que se incluye también la atracción sexual.
Pero no hay que confundirse. Este acto sexual se considera como uno de los mayores tabúes sexuales, tanto que se consideran enfermos a las persas que lo hacen. Desde luego es un acto prohibido, por el que se creé que fue el origen del SIDA. En África central, mediante un tipo de chimpancés salvajes. Por tanto se piensa que las personas que lo practican se expondrían a enfermedades de transmisión sexual más graves que las que se pueden contraer entre personas.
Las primeras referencias en la realidad y en el cine X
Sin embargo, o a pesar de todo lo oscuro del asunto, aun hay personas que se sienten atraídas por animales y se siguen realizando este tipo de prácticas. Es una parafilia menor, pero hay comunidades en todo el mundo que se reúnen para compartir esta bizarra afición. Lo podéis ver en el documental Zoo, donde se muestra una cruda realidad. Pero no es la única obra que toca la zoofilia en el cine y la televisión, sino que hay miles de películas explícitas y no explícitas. Desde luego su buscamos en la pornografía podemos encontrar muchísimas. En muchos casos son chicas a las que se les paga una cantidad indecente de dinero, pero en otros puro vicio.
Casos de zoofilia reales
El caso más sonado fue aquel que ocurrió durante el programa Sorpresa, sorpresa. En él Ricky Martin estaba a punto de darle una sorpresa a una niña, que le esperaba en el armario mientras las cámaras grababan. Pero entonces ocurrió algo que sorprendió a todos: La niña se untó su vagina de mermelada y llamó a su perra para que se la lamiera. Era su forma de masturbarse. Pero todo se mediatizó tanto, ya que fue en directo, que ella acabó suicidándose. Otro caso real fue el de Linda Lovelace, la protagonista de Garganta profunda, que en uno de sus vídeos caseros aparece teniendo sexo con un perro. Y veamos los casos de zoofilia en el cine y la televisión.
Se insinúa zoofilia en el cine y la televisión
Y sin duda el asunto es tan popular, que también ha llegado al cine convencional. Podemos verlo insinuado en películas como Aprendiz de caballero, donde tres hermosas chicas masturban a un caballo, esperando que eyacule sobre ellas. O películas más famosas y actuales como La forma del agua, en la que una mujer tiene una relación con un hombre pez. Sin olvidarnos de otras más atrevidas como la de Sex and Zen. En ella un joven se transplanta una polla de caballo, para dar mayor placer a las chicas. Y luego las escenas sexuales que muestran, son de lo más bizarras posibles. Y nos dejamos algunas menos famosas, pero con zoofilia: Molina’s Ferozz, La criatura, Ellos no pueden gritar, August Underground, Domicilio desconocido, Sueca semental necesita semental, Tiana y el sapo, Pink Flamincos, Beautiful Girl Hunter, El gran cuaderno, Calvario, The Life and Death of a Porno Gang, Cuentos inmorales, La marca del lobo, Los babymakers…
Pero… si todavía queréis más, y con argumento, os invito a ver Black Mirror: El himno nacional. Es el primer capítulo de una excelente serie, que no dejará indiferente a nadie. Un presidente… follando con un cerdo y ante las cámaras de televisión. ¿Podría pasar?
Hasta aquí nuestra aportación de la zoofilia en el cine y la televisión. ¿Nos hemos dejado alguna? Háznoslo saber en los comentarios.