Hola pibón de motel de carretera, me has vuelto a empinar el miembro, cielito calentón. Estoy salidísimo y cachondo. Me apeteces barbaridad, encanto. Te lo digo yo y toda la comunidad de pajilleros, pero en especial de un admirador de damas.
Sabes hacer feliz el miembro erguido de un hombre. Me hubiera gustado ser tu profesor en el instituto. Te hubiera llevado al reservado de la sala de profesores, y te hubiera puesto de cara a la pared con una minifalda braguera, los ojos vendados y las manos en alto.
Te hubiera metido la mano por debajo de la minifalda, y te hubiera tocado tus braguitas rosas con delicadeza, para posteriormente pasar a tocarte el felpudo; mientras, con mi verga dura, como la tengo ahora, te hubiera apretado el culito y la minifalda. Me hubiera masturbado en tu culito, por detrás; y me hubiera llevado las braguitas rosas de recuerdo.
También me hubiera gustado meter mi cabeza debajo de tus muslos, con las piernas abiertas y olerte como un animal tus braguitas rosas, y chupartelas, mientras las tienes puestas, pibonazo de pezones endurecidos, con mi pene erguido y duro, te lo hubiera pasado por tus pezones, hasta ponértelos duros, colegiala de esquina.
Te hubiera tirado en el sofá y me hubiera quedado totalmente desnudo con mi rabo pajero tiesísimo y te hubiera penetrado sin quitarte las braguitas, para que luego las chuparas. Eres mi colegiala preferida. La que me sabe empalmar el miembro, y con la que siempre me corro desmesuradamente.
Tienes que tener una lengua dulcísima, del sabor del nectar de las diosas griegas, auténticos pibones originales. Hueles y sabes a pibón de lujo, tus pelitos de coño son coleccionados por autenticos fetichistas del sexo y del morbo pajero. Estas húmeda como una actriz porno, y te masturbas a puros apretones de almejas.
Hasta cagando eres mi musa, cagas oro, y tu cuerpazo de modelo zorrona es superlativo, acercas al que te mira al extasis, mirarte es sinonimo de pajearse, me embruteces la polla falica cada vea que te miro, cuando te miro deseo tu cuerpo, colegiala de último pupitre. Tu segundo nombre es morbo, princesita de braguitas rosas. Tus muslazos se disipan en mi lujuria, la lujuria que una cacho pibón como tu me provoca.
Mueves tu culito dentro de tus braguitas con una lozanía y una perversión digna de sex-simbolo, provocando orgasmos bestiales, como erupciones volcanicas. Los liquidos que destilan tus braguitas son el elixir de la felicidad. Mi miembro duro está siempre pervertido por ti, sigue pervirtiendome como solo los pibonesssss como tu saben. Cachonda y colegiala, esa es la mezcla explosiva que toda polla quiere tener a su lado.
Tu cuerpazo nunca defrauda, veinteañera de mi cipote. Tócame el miembro duro y vigoroso, y masturbarme, con toda la fuerza y la rabia que tus deditos de princesita guarrona saben, y con toda la velocidad que puedas, porque ese es el tacto del diamante con el oro.
Por las noches, busco tu culito caliente y cachondo en todas las camas. Y me acabo masturbando con las braguitas en la mano, llenas de semen. Polvo eres, y con polvazos te convertirán en la princesita de Mónaco. Morbo es lo que tienes debajo de tus braguitas rositas, y lo que yo te huelo, te chupo y te pringo.
Se despide tu amante cibernético, con el pollón durísimo, y con mas ganas de tu cuerpo
CIBERPIBÓN, pues me pones TOPALOTE. Y LO SABES. TU AMANTE CIBERPAJERO.
Er berraquito mimoso y loco admirador
Puedo parecer un idiota y actuar como un idiota, pero no te dejes engañar: Realmente soy un idiota. De un admirador de damas.
