MI COLEGA DE OFICINA Y YO, SIENDO MUJER CASADA. (relato erótico)
Llevo seis años trabajando en una oficina donde la mayoría del personal son hombres con una minoría de mujeres. Una de las mujeres de la oficina ha sido la mujer que más llama la atención de los hombres, por su forma de vestir, de hablar, de maquillar. En una oportunidad, el jefe de oficina, organizó un paseo donde todos debíamos portar ropa de baño. Yo, que siempre he mantenido un perfil bajo, en esta oportunidad todos pudieron ver mi cuerpo en traje de baño. En la oficina no uso escote y lo único que los hombres pueden ver es mi trasero. Los hombres empezaron a hablar de mi cuerpo con sus miradas. Descubrieron el gran tamaño de mis pechos, que al ser un poco caídos por ser naturales, no se podían ver. El tamaño de mis pezones también es grande, pero sólo se podían ver mis pitones por debajo de mi vestido de baño. Desde entonces Tatiana empezó a cambiar conmigo, mientras que antes estaba distante, ahora empezó a invitarme al cine, a almorzar, a cenar, a bailar. Confieso que también resulto invitándola a los mismos lugares, a compartir con ella, con Tatiana. Siendo yo una mujer casada, saco tiempo para estas salidas. Entre ella y yo acordamos ir a un lugar donde haya piscina, sauna, baño turco. Después de estar en la piscina, entramos al sauna. Tatiana se acercó poco a poco a mí y cuando menos lo pensaba, Tatiana puso su mano derecha en mi barbilla y tomándome de mi barbilla, Tatiana empezó a besarme haciendo que cerrase mis párpados y me dejara llevar por ella. Cruzando las lenguas, hizo que yo comenzara a sentir una gran excitación, algo que nunca imaginé llegar a vivir. Pero no terminó aquí. Cuando salimos del club, ella me mira y me pregunta si las dos, vamos a un lugar donde podamos continuar, eso que empezamos en el camerino. Sonrío y para ella, fue un sí, como respuesta. Ella ya conoce lugares donde acudir para tener intimidad con discreción. Recuerdo que la mujer recepcionista, me miró de arriba abajo. Lo sentí mucho y bajé la mirada. Cuando Tatiana y yo vamos caminando por el pasillo en dirección a las escaleras y al segundo piso, la recepcionista llama a la camarera del segundo piso, diciéndole: -Ahí van un par de lesbianas, atienda a estas mujeres. .
Llegamos al segundo piso y la camarera nos está esperando frente a la habitación donde nos asignó. Tatiana cierra la puerta y empezamos a besarnos. Tatiana toma mi barbilla y yo la suya. Cierro los párpados y nuestras lenguas se cruzan una con la otra. Siento ahora su mano derecha buscando mi teta izquierda, Tatiana pellizca mis pitones estirándolas una y otras vez. Ahora Tatiana comienza deslizando su mano derecha por mi torso hasta llegar a mi zona púbica. Con suave movimiento, Tatiana tocó con sus dedos la abertura de mi coño hasta hundirse dentro de mi ahora caliente coño. Sus dedos entran y salen una y otra vez. Vuelvo a cerrar los ojos, ella me mira a la cara y busca recostarme a un lado de la cama. Tatiana mientras me chupa la teta izquierda, con sus dedos toca mi coño caliente. Inserta dos de sus dedos hasta el fondo de mi caliente coño. Ella me dice:-Que rico se siente,¿verdad, puta?!.. Dime tú, se siente rico, ¿verdad? puta -Sí, sí, se siente muy rico, muy rico -Ahora vas a ver.
Tatiana descubre mi coño y bajando su boca, Tatiana comienza a lamer mi coño, inserta su lengua al mismo tiempo que sigue dándome dedo, en mi coño ahora abierto y viscoso. Debo decir que Tatiana tiene mucha habilidad para hacerme rico y rápido! Ya no puedo resistir más y levanto y aprieto mis nalgas contra su cara. Estoy en estos momentos llegando al orgasmo. Estoy gritando de placer, me siento una mujer sucia, pero a mí no me importa. Ahora termino, ahora empiezo a sentirme débil después de las múltiples contracciones por el orgasmo. Ahora es mi turno, debo devolverle el favor a Tatiana. Ella se desnuda por todo su cuerpo. Empiezo chupándole los pezones a ambas tetas, uno por uno. Voy bajando hasta llegar a sus muslos. Por la entrepierna voy subiendo de un lado y de otro hasta llegar a su coño. Ella también tiene una línea vertical de vello púbico como yo. Con la yema de mis dedos, abro suavemente los labios de su coño e inserto dos de mis dedos en su coño, como ella me indica. Siento el sabor de su jugo viscoso que me mancha la barbilla. Mis dedos están totalmente mojados. Cada segundo me gusta más y más hacer esto. No sé cuánto tiempo llevamos en esta situación, pero si me gusta mucho hacer esto. Me viene a la mente la imagen de mi marido, pero en este momento sólo quiero disfrutar.
Empiezo a sentir sus contracciones y pronto ella levantará su par de nalgas. Ya siento su gran descarga de su jugo dentro de mi boca, lavándome la barbilla y parte de mis mejillas. Nos besamos por varios segundos en la boca Tatiana y yo. Dejamos pasar una hora más, mientras nos besamos por mucho tiempo. Tatiana me pregunta por mi vida de pareja con mi esposo. Yo digo que si ella hace referencia al sexo, ya no, entonces nos bañamos juntos. Sintiéndonos frescas, Tatiana y yo salimos de la habitación tomados de la mano por el pasillo y por las escaleras hasta llegar a la puerta principal que da a la calle. Ya en la calle, un último beso en la boca con algo de vergüenza de parte mía.

Responder