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Erotismo en la red

Erotismo en la red

Cierto es que hay personas a las que el erotismo en la red les resulta algo extraño. Incluso se piensa que es de mal gusto pero a ella le excitaba que cualquier hombre pudiera desearla. Te contamos el relato de una chica muy traviesa a la que el gustaba ver el deseo en la mirada de los hombres.

Era un día cualquiera y ella estaba hablando por una aplicación para conocer gente con muchos hombres. Había de todo, pero a ella no le iba mucho que le dieran conversación, lo que buscaba ella era algo diferente, un hombre que la hiciera sentir mujer.

El hombre que le empezó a escribir le pidió que pusiera la cámara para ver cómo se tocaba ella. Al mismo tiempo quería decirle palabras groseras. Así que se dispuso a ello. Y allí estaba ella, con las piernas abiertas enseñando todo el coño mientras hacía que sus dedos recorrieran desde sus labios. Sus pechos con los pezones duros hasta su sexo.

A él parecía excitarle mucho porque comenzó a ponérsele la polla dura, comenzó a acariciarse lentamente pero con agitación. Él no paraba de decirle que si estuviera allí le estaría comiendo toda la boca mientras la iba masturbando y metiéndole todos los dedos en las profundidades de su coño, en el erotismo de la red.

Ella empezó a excitarse mucho más, se notaba cómo iba corriéndose de placer, se aceleraba su respiración. Para hacerlo todavía más divertido cogió uno de los vibradores que tenía en su cajón, se lo metió en la boca mientras ponía cara de zorra. Lo pasó por todas partes de su cuerpo para finalmente introducirlo en su coño.

Gemía cada vez más y más fuerte, gritaba del placer de tener el vibrador en su vagina, se agarraba a sus pechos y se excitaba los pezones; él cada vez comenzaba a masturbarse mucho más y mucho más fuerte, se podía ver y notar como su semen iba cayendo lentamente en sus manos. Ella, al ver esto, se excitó mucho más, se tumbó en la cama con el fin de que él viera la profunda excitación que tenía. Ella no paraba de masturbarse, de lamerse sus flujos que le salían del coño cada vez que se corría y él empezó a salpicar con todo su semen cada estancia de la habitación.

Erotismo en la red

A ella le ponía mucho que un desconocido le pidiese hacer cosas guarras tales como masturbarse ante la cámara, decirle groserías o bien que se masturbara mientras lo hacía ella. Esto le hacía sentirse la mujer más deseada del mundo aunque sólo fuese durante un rato. Empezó a escucharlo jadear de una manera tan provocativa que ella no podía parar de meterse los dedos además de su vibrador por el coño y se corría una y otra vez, sin descanso, dejando mojadas las sábanas.

Se encontraba super excitada y sólo quería tener un orgasmo tras otro, sin importar gritar ni que los vecinos la oyeran. Él, tras todo esto, estaba con la polla muy dura y ya se había corrido muchas veces. Estaba super excitado. El pensamiento que le venía a la mente era ir hacia dónde estaba ella para follársela con fuerza. Quería lamerle cada esquina de su cuerpo. Todo ello empezando por su cuello y terminando por chuparle el coño y dejar que se corriera en su boca.

Ambos se encontraban ya alcanzando el clímax pero ella, en el erotismo en la red, que no se quedaba satisfecha con casi nada siguió y siguió. Siguió metiéndose los dedos en su coño, corriéndose una y otra vez. Él ya no tenía más semen para echar y dejó toda la habitación con su esencia. Ella terminó de darse placer, se vistió y apagó el ordenador… Había sido un gran día.

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