Saltar al contenido
Login | Registro | Ayuda |

Juegos sexuales para calentar la relación

Juegos sexuales para calentar la relación

A medida que iba cogiendo confianza pedí a Mario probar nuevas posturas, tener nuevas experiencias. Se iba acercando el verano y ya hacía buen tiempo. ¿Por qué no hacerlo en sitios nuevos? No sólo en casa. Me gustaba la idea de ir a sitios “raros”, lugares que tuvieran ese toque prohibido donde pudiéramos hacerlo. Probamos juegos sexuales para calentar la relación. Esto es el capítulo 6 de Ester en la intimidad.

Visitando un Sex Shop

Para ello empecé a tomar un poco el control, ya tenía cierta experiencia y quería hacer nuevas posturas. Nuevos juegos, para ello fui con Nacho a un Sexshop. Me dijo que allí podría encontrar ideas e incluso sorprender a Mario porque había muchos juguetes con los que podíamos experimentar y hacer cosas que ni se nos habían pasado por la cabeza.

Cuando entramos allí la primera sorprendida fui yo. Había todo tipo de objetos que ni se me había ocurrido en la vida que podrían servir para lo que servían. Para empezar me resultó divertido coger unos dados y una caja en forma de corazón con juegos de Kamasutra, aunque no descartaba volver en un futuro para comprar algún juguete mas. Algunos como el juego erótico para parejas me parecían demasiado atrevidos, otros eran divertidos y otros muy morbosos. Puestos a probar que no quede…

El morbo de los juegos sexuales para calentar la relación

Los dados resultaron ser más divertidos de lo que pensaba en un principio. Eran dos, en uno ponía una parte del cuerpo y en el otro una acción. Al tirarlos a la vez tenías que hacer lo que te dijesen los dados en la zona que saliese. Fue muy divertido y, aunque acabábamos haciendo lo mismo, tenía la sensación de que era algo diferente porque sentía cosas que no había sentido hasta entonces y zonas donde no sabía que iba a tener tanto placer.

Cuando no eran besos en las nalgas, eran mordisquitos en las tetas (aunque dolía un poco al principio, tenía su punto) y si no era acariciar entre los muslos. Había tantas posibilidades que nos enganchamos un poco, sobre todo para calentar y ponernos cachondos antes de hacer el amor, eso sí siempre acabábamos con la misma postura pero más cachondos como nunca antes.

El juego de las posturas sexuales

En cuanto al corazón fue otra historia, fue súper divertido. Con una pinza tenías que coger un papel donde ponía lo que tenías que hacer. No me esperaba para nada esas posturas. No sabía cómo hacerlas. Menos mal que teníamos Internet para informarnos, que sino la muchas las tendríamos que haber tenido que posponer. Nos gustó tanto que era el que más acabamos usando aunque con dos o tres papeles cada vez nos valía porque nos daba ideas para hacer otras posturas.

Juegos sexuales para calentar la relación

Cuanto más probamos el juego erótico de posturas más posturas salían y más se repetían también. Hacíamos todas, aunque fueran repetidas de la vez anterior pero siempre solíamos hacer algo diferente cuando nos salía alguna que ya habíamos hecho. La que más nos gustaba era la que nos sentábamos y yo me ponía encima. Al principio no le cogía el truco pero una vez que supe hacerla era la que más placer nos causaba a los dos.

Caricias de placer

Poco a poco íbamos conociendo más posturas y más formas que nos provocaban placer. A mí lo que más me gustaba era que Mario me acariciase los pezones y tetas en general, me gustaba la forma en la que pasaba sus manos por mis tetas. Era una sensación bastante placentera y me ponía mucho.

Cuando Mario me acariciaba la parte exterior del clítoris también me excitaba mucho, era una sensación muy estimulante, me provocaba un placer como ninguna otra cosa. Era lo que más me gustaba que me hiciera Mario, aunque que me chupase por esa zona también tenía su punto porque los movimientos que hacía con su lengua me encantaban.

También me ponía acariciar a Mario por la zona de su pene y testículos, gemía de tal manera que me provocaba a mí también y era como si estuviera tocándome él a mí por mi clítoris. Tenía una sensación bastante agradable. Era lo que más me gustaba hacer, lo que más placer nos daba a ambos con diferencia. Por lo que lo repetíamos sin parar.

El monte de Venus

Otra postura que probamos nueva y que me gustó bastante fue cuando Mario se ponía encima de mí y me tocaba la zona del pubis donde me salía el pelo, A la vez que me penetraba me tocaba por ahí y me gustaba mogollón. No sabía que se podía sentir de esa manera en esa zona que por cierto se llamaba el monte de Venus. Lo buscamos por curiosidad. Por conocer más nuestra anatomía.

Tanto éxito tuvieron los juegos sexuales para calentar la relación que tanto Mario como yo no descartamos comprar algún juguetito más para hacer posturas nuevas o estimularnos de maneras diferentes que sino de otra manera no se nos ocurrirían. Aunque nos dimos cuenta que muchas de las posturas que hicimos no se nos hubiera ocurrido hacerlas si no hubieras sido por los juegos sexuales para calentar la relación del sex shop.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *