La calle de la alegría es una película japonesa de los años 70. En ella se cuenta la historia de un prostíbulo, un día antes de cerrar. En él habrá 5 prostitutas que contarán su propia historia personal, con escenas de erotismo, drama y comedia.
Créditos de La calle de la alegría
- Título original: Akasen tamanoi: Nukeraremasu (Street of Joy)
- Año: 1974
- Género: Drama, erótico, prostitución
- Duración: 78 minutos
- País: Japón
- Director: Tatsumi Kumashiro
- Reparto: Junko Miyashita, Meika Seri, Nahomi Oka, Aoi Nakajima, Keizo Kanie, Yoshinori Furukawa, Akira Takahashi, Moeko Ezawa, Hideaki Esumi, Gô Awazu, Taiji Tonoyama
- Puntuación: 6,4 puntos
Argumento de La calle de la alegría
El día antes en el que los burdeles deben cerrar, cinco prostitutas celebran el día. Cada una de ellas tendrá su propia historia personal, que se contará entre comedia, drama y erotismo. Es la casa de Kofukuya, o literalmente la casa que vende la felicidad. Una historia con rigor histórico, drama y mucha sexualidad.
Mi opinión sobre La calle de la alegría
Hay pocas películas que puedan tratar la prostitución con tanta naturalidad. Lo hizo de la mano de Tatsumi Kumashiro, un director de cine que trabajó algunas películas eróticas a lo largo de su carrera. Fue en una época en la que el público quería ver libertad sexual y con la productora nipona Nikkatsu en horas bajas. Gracias al destape y la excelente dirección artística se consiguió mantener a flote el estudio. Un estilo conocido como Roman Porno, lo que viene a significar las primeras películas eróticas de la época en Japón. No se muestra nada (con desenfoque, ampliación exagerada de píxeles, objetos de por medio…), pero se insinúa todo.
La crítica de La calle de la alegría
En los años 50 el gobierno japonés decidió clausurar los burdeles de Japón. En este contexto histórico se centra La calle de la alegría. Una película que contará la historia de 5 prostitutas entre comedia, drama y erotismo. Serán 5 historias intimistas, pero sin olvidar la lujuria que se vivirá ese día, declaro por ellas como una fiesta. Hay escenas muy fogosas, pero todas ellas son rodadas con tomas frías y apagadas. Hay pasión en el erotismo que retrata, con desnudos integrales y apasionados coitos. El espectador disfrutará ante la sensualidad visual, ya que alcanzó la cumbre del erotismo de los 70.