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Ceremonia de sumisión

Ceremonia de sumisión

Veamos cuál es la ceremonia de sumisión habitual. Los participantes son el Dominante y la Sumisa. Veamos todos los pasos a seguir para completar esta ceremonia y convertir dos personas en Amo y Sumisa.

La sumisa debe saber de la ceremonia de sumisión:

Te entregas libre y voluntariamente a la persona que será tu Amo en el periodo de tiempo establecido. Antes de someterte tienes que entender que tendrás una relación profunda y te afectará. La relación no puede ser rota durante el tiempo establecido y pude ser renovado si se desea prolongar. La sumisión se ha practicado entre los seres humanos desde hace mucho tiempo. Ha sido el hecho más significativo de muchas personas. La esclavitud puede ser un deseo humano, ya que el dolor y el sufrimiento forma parte de la vida. También puede ser evitado, es tu elección. Recuerda que el castigo es una forma de amor, experimenta una voluntad que madura en la otra. Dedicas tu mente y tu cuerpo a tu Amo y a su voluntad. No te entregas a un ideal o a una causa. No lo haces ni por dinero, ni por gloria. Hay una semilla que empieza a crecer en ti.

Ceremonia de sumisión

Se necesita para la ceremonia de la sumisión:

Una mesa y una vela blanca sobre ella. Regalo de la persona Sumisa a la persona Dominante: Un objeto pequeño que la muchacha elige ofrecer porque simboliza la esencia de su sumisión. También tendrá que comprobar que todo está listo, así como estar vestida y perfumada para la ocasión, junto a estos objetos:

  • Un collar y una cadena sin unir.
  • Un Azote, una fusta o una toalla no muy grande.
  • Un consolador.
  • Venda negra para los ojos.
  • Cuerdas para atar.
  • Flor roja que la persona Sumisa llevará como símbolo de su entrega.

Comportamiento general en la ceremonia de la sumisión:

La persona Sumisa debe comportarse con humildad pero sin ocultar sus partes privadas a su Amo. Su voz debe ser suave pero no un susurro y debe mantener la cabeza baja en actitud de sumisión. En ningún caso puede ella corregir a su Señor.

Ceremonia de sumisión

La ceremonia

En la mesa se coloca una vela encendida sin ninguna otra luz en la habitación. Delante se pone el regalo. El Amo se situará a un lado de la mesa y la Sumisa en frente, con los brazos caídos y mostrando las palmas de las manos a su Amo.

El consentimiento

  • Amo: ¿Vienes aquí de tu propia voluntad libre?
  • Sumisa: Sí, vengo libremente.
  • Amo: ¿Aceptas libremente que te someterás a mi hasta la medianoche del día x del mes y del año?
  • Sumisa: Sí, soy desde ahora tu esclava/o hasta entonces.
  • Amo: ¿Juras solemnemente por todas las cosas que me darás cuanto pida totalmente, sometiendo te sin trabas a mí disfrute de ti durante ese tiempo?
  • Sumisa: Sí, lo juro por todo mi Señor.
  • Amo: Repite estas palabras: Juro solemnemente someter a tu voluntad, mi corazón (Luna, toca a tu pecho y toca el de tu Señor), mi mente (toca a tu frente y la de tu Señor) y mi alma toca tus labios y luego los de tu Señor).
  • Sumisa: Juro solemnemente obedecerte inmediatamente, sin reservas y sin vacilación en lo que me ordenes. Juro solemnemente parecer hermosa/o a tus ojos, sonar graciosa a tus oídos.

(El Señor levanta la barbilla de la esclava/o, que echa los pechos adelante)

  • Amo: Soy tu Señor.
  • Sumisa: Eres mi Señor.
  • Amo: Soy tu Amo.
  • Sumisa: Eres mi Amo.
  • Amo: Soy tu Dueño. Eres mi esclava/o. Tu cuerpo es mío. Tu boca es mía. Tu sexo es mío. Sirves mi voluntad. Sirves mi palabra. Sirves mi placer.
  • Sumisa: Eres mi Dueño, soy tuya, soy tu esclava/o. Mi cuerpo es tuyo, mi boca es tuya, mi sexo es tuyo. Tu voluntad es la mía. Tus palabras son órdenes. Sirvo a tu placer. Tu placer y deseo son los míos.

Ceremonia de sumisión

(Después de esta declaración, el señor puede dar una palmada a la muchacha en la cara o en otra parte de su cuerpo)

  • Amo: Ahora que he tomado la posesión de ti para el período, llevaré tu regalo como símbolo de tu sometimiento.

(Se entrega la flor y se arrodilla. El amo arranca los pétalos, los deja caer al suelo y los mira como caen en el suelo.)

  • Amo: De la misma forma que he hecho uso de la flor, hago uso de ti. Ahora desnúdate.

(La Sumisa se quita la ropa y los adornos. Vuelve a arrodillarse ante su Amo con las manos unidas detrás de ella y las piernas levemente separadas)

  • Amo: Viniste desnuda a mí. (El Amo pone en el cuello de la sumisa el collar del dominio). Lo usarás siempre que te lo ordene. (El Amo coge la venda negra y con ella tapa la boca a la Sumisa). Hablarás cuando te lo ordene. Tu cuerpo está para mi placer. Muéstralo. (La Sumisa alza sus caderas ofreciendo su sexo.) Mi voluntad penetra las barreras de tu cuerpo. Ahora póstrate ante mí. (La Sumisa de rodillas pone la cabeza en el suelo). Soy tu Señor. No aceptarás más Señor y sólo a mi rogarás que te posea. (El Señor pone un pie sobre la espalda de ella como símbolo del derecho de pernada)

El apareamiento

La Sumisa ofrece al Amo la posibilidad de azotarla y él accede o no, a su voluntad. La Sumisa elige el instrumento de azote. Tras ser azotada el Señor pone una cadena al collar de la Sumisa y la conduce a la cama. Allí le quita la mordaza y le venda los ojos. Es atada a la cama. Entonces el Amo decide si dar o recibir placer y empieza la relación de dominación.

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Comentarios (2)

Un relato bastante esclarecedor, sobre el comportamiento de una sumisa o sumiso ante su amo o ama,

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