Hablamos sobre las escenas de infidelidad y swingers en Sexo/Vida, la serie de Netflix cargada de erotismo. Nos ha gustado mucho, porque la protagonista es una mujer insatisfecha sexualmente, aunque felizmente casada. Anhela a su ex pareja, que le hizo mucho daño, pero tenía el mejor sexo de su vida y una polla de mas de 20 centímetros. Aquí una reflexión.
¡El caótico pasado tan cargado de deseo!
Es increíble ver a esta preciosa actriz, Sarah Shahi, en la carne de Billie Connelly, una ama de casa insatisfecha sexualmente. Anhela a su anterior pareja, el desequilibrado Brad, pero con un miembro descomunal que le hacía gozar como la puta que esconde en su interior. 8 años después de la ruptura atroz que tuvieron, tirándola de su casa justo después de que Billie abortara y Brad le pusiera los cuernos en la boda de su prima. Pero la zorra que hay dentro de esta morena insatisfecha, esconde deseos de ser humillada, maltratada y torturada. Por eso, teniendo una vida feliz, con su marido Cooper y su hijo, sólo puede pensar en la horrorosa relación que tenía con Brad, y los polvos que éste le echaba.
Infidelidad y swingers en Sexo/Vida en el diario de los deseos
Billie empieza a escribir en su diario sus deseos mas oscuros. Le gusta el sexo de riesgo. Añora las noches de juerga con Sasha, tirándose a todo hombre que tocara un instrumento y cantara sobre el escenario. Pero asentó el coño con una polla gigante, que le hacía olvidar a todos los demás cantantes que le ofrecían ese sexo esporádico del que era adicta. No importaba si le gritaba, la humillara o la engañara: ella siempre quería más polla. Su cuerpo anhelaba tirarse a Brad. Y cuanto peor se portaba con ella, más lo deseaba. Hasta que fue el propio Brad quién la echó de casa, después de ponerle los cuernos y restregárselo por la cara. Ella salió humillada, dolorida y traumatizada de esa relación.
Riesgo contra seguridad
Ocho años después, su marido descubrió mediante su diario los deseos oscuros de su mujer. Quiso compensarla ofreciéndole ese sexo de riesgo que tanto deseaba. La llevaba a sitios prohibidos para follar como animales, arriesgándose a tener problemas legales y a su integridad física. Pero Billie no se conformó con eso, quería siempre más. Incluso traspasó la débil línea de hablar con su ex pareja y lo ocultó mediante engaños. Cooper, furioso y desengañado, empezó a tener sus propias fantasías sexuales. Primero fue con su compañera de trabajo, pero después llevó a su mujer a un club de swingers. Quería que volviera a sentirse vida, a disfrutar del sexo, pero no con Brad, con él. Eso era misión imposible, porque lo único que conseguía es dañar a su mujer, no arrancarle ese placer que llevaba oculto. Y Billie empezó a mezclar valores, ya que para ella Brad era el riesgo, el anhelo; mientras Cooper la seguridad, la confianza.
¿No se pueden compartir fantasías?
Según mi punto de vista veo que Billie es super egoísta. Ella desea a Brad, incluso acaba tirándoselo porque sus deseos están por encima de lo que la hace feliz. Al mismo tiempo quiere estar con Cooper, que ya no sabe que hacer con ella. En cambio cuando su marido le habla de sentirse deseado por su compañera de trabajo o de ir a un club swinters y tener relaciones entre ellos exhibiéndose ante los demás, ella se asusta. Realmente pienso que en una relación liberal habrían sido felices. Porque ella necesita echar polvos esporádicos con su ex y seguir con su marido. Sin embargo no soporta que él tenga deseos por otras mujeres. Incluso me parece mal que Cooper asegure que sus instintos sexuales más salvajes sean por culpa de ella. No es así. Todos tenemos deseos y la mayoría los escondemos por el qué dirán, por dañar a nuestra pareja…
Infidelidad y swingers en Sexo/Vida: ¡Arriba las relaciones liberales!
Desde aquí hago un llamamiento a todas esas parejas que sufren dificultades para mantener su relación. Es normal que nos sintamos atraídos por otras personas. El ser humano no ha sido diseñado para la monogamia. Lo importante es respetarnos y trazar reglas que satisfagan a ambos. No se trata de limitar la libertad de nuestras parejas, sino de compartir fantasías, deseos y metas. Y todo esto para todos los aspectos de la vida, incluidos el sexo. ¿Quieres pareja para limitar tu libertad, o para compartirlo todo? Pero empieza abriéndote tú, teniendo claro qué cosas te gustan y comentarlas abiertamente con naturalidad. Si no es capaz de aceptarlas, no es la pareja que te hará feliz. Porque una pareja es para toda la vida.
