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Inicios de una Madame en un piso

Inicios de una Madame en un piso

Venía de administrar diversidad de negocios, desde almacén de artículos deportivos, tener un local de venta de celulares, administrar videos y otros. Os voy a contar los inicios de una Madame en un piso… Así es cómo descubrí mi trabajo en una casa de citas.

Una señora que me distinguía me habló de administrar un negocio poco convencional. La verdad yo no sabía qué tipo de negocio ella administraba hasta que una vez hablando de ello, me dijo que había uno del cual estaban necesitando y era relacionado con personal y personal femenino, pero que tenía relación con el masculino.

Quedamos de hablar días después y fue cuando me citó para llevarme al sitio.Un “Piso” o “Reservado”, era una casa ya algo vieja donde ella trabaja. Allí me esperaba un señor que de entrada me pareció formal. Noté la presencia de varias mujeres que estaban llegando hasta ahora, firmaban un registro y se retiraban con su bolso hacia un pasillo.

Ya a solas, la señora que me relacionó, el dueño y yo me dijeron sin peros de que trataba. Quedé impresionada, pero acepté el reto. El señor me dio varias indicaciones las cuales me dijo: “Aquí la señora, Doña Amanda, es muy complaciente con el personal, lo cual no es malo, pero no siempre se puede ser así, o de otra manera se le sale de las manos la administración del negocio, tanto de parte de los clientes como de las chicas”.

Se refería a que debía ser de temperamento un poco fuerte dado que el personal de los 2 sexos lo exigía. Resaltó que el mismo movimiento me lo iba indicando.

Me dijo que no era allí mismo y dejando a la señora con el grupo de personal que ya había llegado, me llevó a otro sitio no muy lejos de allí.

En el otro lugar estaba de momento encargado en manos de una misma trabajadora de confianza del propietario, pero que prefería el otro rol, así me lo expresó delante de él y ya cuando el propietario me dejó asignada como nueva administradora.

Pero antes de marcharse el propietario, me presentó ante todas. Quien me llamó la atención fue precisamente la chica encargada que dejaba por voluntad el cargo temporal. Una mujer de algo así como 1,70 cm de estatura, rubia, blanca, de excelente cuerpo un poco gruesa, de muslos gruesos, bonito rostro, elegante, su nombre Tatiana, pero que de trabajo tiene el nombre de “Xirena”. Ella fácilmente podía tener un novio o esposo del tipo ejecutivo, pero no vaciló en decirme que ya tenía experiencia de novios vacíos, caribonitos; otros con arrogancia de tener poder y/o ser pudientes, pero que en la intimidad, no sabían tratar a una mujer, mucho menos hacerla llegar al orgasmo.

Desde ese momento, me ofreció sus conocimientos para aprender a administrar el negocio y ella misma me dijo que lo que el jefe advertía de tener temperamento fuerte era un requerimiento de los mismos clientes y trabajadoras.

“Xirena” se distinguía por su porte elegante, su estatura, lo que era una de las más solicitadas, muy difícil de olvidar. Ya llevaba 8 meses de estar trabajando como chica y 2 meses como administradora encargada. Pero a los 3 meses de yo estar administrando, empezó a dejar de ir hasta llegar a retirarse por espacio de 7 meses.

De repente apareció para lo mismo, pero también me comentó que estaba saliendo con un joven del cual se sentía atraída por él por su buen comportamiento hacia ella. ¿Entonces porque volvía? Tatiana confesó que no podía dejar su gusto de tener sexo con cierta constancia y con diferentes personas. Volvía para trabajar esporádicamente y alejarse de la misma manera.

Inicios de una Madame en un piso

Venía una o 2 veces por semana y desaparecía. Me dijo que estaba viviendo con dicho hombre que por cierto era muy joven, bien presentado, de actitudes noble. La felicité.

Pero no todo era color de rosa. Una tarde llegó bien atractiva. Pensé que pasaba a saludarme y después se iría a encontrarse con su novio al que ella decía tanto querer. Yo estaba totalmente equivocada. Sí vivía con el novio, pero había llegado al negocio a encontrarse con un viejo cliente del trabajo de escort.

Inicialmente me hizo la conversación, reíamos, comentábamos de una y otra cosa, pero noté que ella estaba pendiente de las escaleras. A la hora llegó un señor ya entrado en años que en ocasiones preguntaba por ella sin hallarla.

Se habían encontrado en algún lugar y se pusieron cita en el negocio. Tatiana o “Xirena” le sonrió con coquetería, le hizo un pequeño pellizco en la cintura por su tardanza, se dan un beso apasionado, para decirle ella: -Ya regreso papi, me voy a poner bonita para ti, como te gusta.

En efecto, al regresar se había colocado un babydoll rojo con apenas un hilo dental rojo, zapatos de plataforma, sin sostén dejando ver sus hermosos, naturales caídos senos voluminosos. Nunca la había visto así.

El cliente ya maduro le pregunta: ¿Y el otro paciente? Xirena teniendo el celular o teléfono móvil en mano dice al cliente: «Ya le marco, a ver qué me dice si ya llega, ya debería de estar aquí!» Y coloca el móvil al oído.

Xirena: «Hola! Dónde anda, donde viene?, lo estamos esperando… ¿Cómo?! Ah listo! Ya nos vemos!»

Al colgar Xirena dice que el “paciente” ya está por llegar. Me tenía intrigada por saber porque estaban esperando a otra persona. Acaso era un amigo del señor que se habían quedado de encontrar? Aunque empecé a sospechar de qué trataba, no me atrevía a decir, esperando el verdadero motivo.

Aparece subiendo las escaleras un hombre de descendencia afro, bastante moreno, que al llegar se saluda de beso en la boca con Xirena, da la mano al señor, me saluda a mí.

-¡Uau! Estás hecha una ramera completa! -dice el hombre que llega, añadiendo- ¿Cómo te acabó de ir aquella noche? Imagino que tu maridito, te estaba esperando impaciente.

-¡Um!

Estaba que volaba! Pero con cariñitos lo tranquilicé.

-Mucha perra! -dijo el hombre sin consentimientos -Bueno, vamos al grano? A lo que vinimos-dice el señor de edad, el cliente.

Xirena me pregunta: -El señor quiere un show de sexo en vivo, ¿dónde lo podemos realizar? ¿Será que aquí en la sala, o en el cuarto de al lado?

-No! Yo no puedo ocupar la sala para ello, tal vez en el cuarto de al lado sí -dije yo

Tal espectáculo yo no había visto hasta el momento de manera que el morbo se me despertó y pedí a una de las chicas que me reemplazase mientras yo entraba a dicha habitación a contemplar dicho escena de sexo en vivo. Le pregunto al señor que desea tomar, él me dice que un whisky sello negro puro está bien.

Adecué dicho cuarto y nos sentamos a apreciar. El hombre se dejó en interiores para ganar tiempo. Xirena empezó por besarse con el moreno, de lengua cruzadas, con mucho morbo. Él, dirige la mano al escote del babydoll para frotarle las tetas extrayendo una sobándola. Ella fue dirigiendo su mano bajo el interior de él, a la polla de él que se fue poniendo erecta, la extrajo de allí, su brillo por su color natural hacía ver la polla más grande.

La mano de él, se fue deslizando hacia abajo y pronto llega a la zona pélvica de Xirena. La soba de arriba abajo, siguen besándose con frenesí. La punta de sus lenguas se mueven como serpientes a la vista del señor y mía.

-Te gusta puta? Te gusta mi polla, ¿ah?… Pues agáchate a mamarla, zorra! Anda, que esperas? !Ella empieza a descender poco a poco hasta llegar allí. Con la lengua recorre al contorno de los muslos de él sujetando el grueso y erecto pene brillante con la mano contraria para que pudiésemos ver claramente.

Le lame los huevos libres de vello sujetando el pene hacia arriba, lo recorre con la punta de la lengua a llegar al glande. Lame el cabezón, mueve con destreza la lengua.

-Anda puta, ¡trágala ya!- Dice el hombre, nos mira para decir: -Esta es una verdadera “cualquiera” Si el señor tenía pensado algo en serio con ella, ya se da cuenta, que esta mujerzuela, es una cualquiera… mire no más como lo sabe mamar… Ya he tirado muchas veces con ella y me ha hablado de usted, pero la puta goza con vergas grandes, gruesas, venosas, brillantes… umm, que rico lo mamas! (dice cerrando momentáneamente los párpados)… A ver puta, una garganta profunda, toda la polla hasta la garganta que no se vea!… (gua, gua, es el sonido que produce Xirena al atragantarse con la gruesa polla)

Se ve un hilo de saliva de lo atragantada que está ella…-Eso, perra, trágalo todo, que para eso eres una puta! No le vas a chupar esa chocha?-dice el señor cliente de aproximadamente 78 años, quizás más Eso también pensé yo, que la excitara a ella, pero sólo miré al señor dándole la razón.

-¡Ya! Ya verá como esta puta la tiene de abierta, Anda échate, ábrete de muslos, que tu prometido la quiere ver lo recorrida que eres.

Inicios de una Madame en un piso

Imaginaba que era un acuerdo entre ellos el trato que el hombre negro le daba a Xirena, pues ella siempre es bien hablada, nada vulgar en el vocabulario.

Le daba nalgadas al momento de enseñarnos la abierta vagina de Xirena, con un rosado muy bonito en su interior. Se agacha el negro a chuparle la concha, ella gime de placer o dolor, no se sabe. Lo aprieta contra su vulva jugosa, los muslos de ella se estremecen, eleva las caderas en un espasmo de excitación. Palmadas en las nalgas de ella que ya las tiene rosadas.

Le introduce un dedo, luego 2 y hasta los 4 dedos sin dejar de lamerle el clítoris. Retira uno de los dedos para introducirlo en el ano de Xirena. Las manos de ella se aferran al tendido, lo vuelve a sujetar de la cabeza exclamando ella:

-¡Me vengo! No te detengas, ¡me vengo! Le da una fuerte palmada en las nalgas diciendo:

-No te venís zorra, te vienes cuando yo te lo diga!

Se ubica y la embiste sin misericordia, el ajetreo del click click estrellando sus ingles contra las nalgas de ella y la polla dentro de la lubricada y abierta vagina de Xirena.

Ella gime con mucha fuerza, afuera se escucha que las chicas murmuran tras la puerta.

La pone en 4 haciendo que su torso quede tocando el tendido, la embiste siempre que tanto el señor como yo podamos ver claramente como entra y sale.

Palmada cada vez que él quiere cambio de pose. Él se tiende bocarriba y ella se coloca encima a horcajadas, se ve como entra la brillante polla, ella se mueve adelante atrás, se contorsiona un poco y sigue.

El la sujeta de las nalgas y turna con estrujarle las tetas que se mueven en vaivén, le da palmadas en las tetas, se las pellizca en los pezones, ella grita.

Todavía sigo aterrada, el señor ya lleva tomado la mayor parte del whisky, mira el reloj, dice:

-Ya lleva 20 minutos.

Le pregunto al señor:

-¿El señor si ha estado con ella o siempre como espectador?

-¡Uf! Claro que sí. Ya no como antes, claro, pero ella sabe darme unas buenas mamadas que me hace correrme en su boca. Ya hablamos, veamos.

Palmada, se incorpora el hombre a arrodillarse sobre el lecho, le pide a ella abrir su boca para colocar su polla sobre la lengua de Xirena, él gime y emerge del pene el blanquecino líquido pastoso, viscoso del semen. El primer chorro sale con brusquedad, e igual sale el segundo cayendo sobre el rostro de Xirena que reacciona cerrando los párpados.

Terminando la eyaculación, el negro vuelve a embutir su miembro en la boca de Xirena haciendo espuma en la comisura de los labios de ella.

-Eres una completa puta, te tragas mi esperma como una cualquiera, una ramera barata, cual callejera…Señor, ahí está su puta-dice saliendo el negro de la cama para irse a bañar envuelto en una toalla que se le ha facilitado, igual lo hace ella dándole un beso en la mejilla del cliente

Le pregunto al señor cliente:

-¿Hace cuánto distingue a “Xirena”?

-A Xirenita la distingo hace rato. Sé que tiene un muchacho que la quiere, pero ante el dinerito ¿quién no se motiva?

-¿Quién escogió a él? ¿Ella o usted?

-Ella.

Inicios de una Madame en un piso

Yo le dije que quería un show diferente y ella me ofreció un BDSM, no sabía qué era eso, ella me dijo de trato sumiso y duro de parte de él, le dije listo mamita, como tú escojas y así fue.

-O sea que usted la distinguió aquí.

-No. Yo la distinguí por un amigo en un cocktall, nos dejaron sólos y empecé a decirle que si podríamos salir alguna noche a cenar. Ella se rio, pero no fue grosera y seguimos charlando.

Me dijo que tenía su novio y muy enamorada, que él es un buen hombre joven y apuesto, le insistí diciéndole que un dinerito extra no le cae mal a nadie. Se sintió ofendida, pero me recibió la tarjeta cuando le dije que cuando necesitara, no dudara en llamarme.

Pasó un tiempo y me llamó, me dijo en detalle quien era y me citó donde doña Amanda, no sé si la conoces.

-Sí, la administradora del otro negocio.

-Sí. Hasta ese momento no tenía idea que era ahí si donde ella vivía, pero me llevo la sorpresa que ella ya estaba yendo hacía 2 semanas. Desde entonces empecé a venir a estos chochales, yo soy un hombre viudo y todavía me dan ganas, jejeje

Regresó Xirena ya bañada pero con el babydoll, en compañía del compañero de faena. Se esperó a recibir el dinero de parte del señor, dio las gracias, se despide de mí dándome la mano, de Xirena le dio un beso, pero con cierta brusquedad diciéndole:

-Adiós mamita, nos estamos viendo -salió.

Xirena pregunta de qué estábamos hablando sentándose en los muslos del señor, estira la mano para que él le pague lo acordado.

Desde entonces entendí que si una mujer dice estar enamorada, no es sinónimo de fidelidad o sería fidelidad afectiva, pero no sexual. ¿Lo mismo que ocurre en los hombres?

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