Un sábado de Julio, durante la pandemia del covid 19, con la vacuna puesta a la mitad, mi mejor amigo Julio Álvarez, me propone juntarnos los dos en mi casa con una chica con la que se estaba relacionando ya unos meses. Me la había presentado por videollamada. Y me propusieron hacer un trío con ella. Fue mi primer trío. Revisa su versión de la experiencia en Follando como animales en un trío brutal.
Yo vivo en un piso que me dejaron en herencia. Vivo solo ya que desde mi última relación con una chica (la cual duró 9 años), no tenía muchas ganas de volver a juntarme. Además hacía casi 5 años que no tenía relaciones sexuales. Por ello en un principio no estaba muy convencido. Sin embargo Julio insistió. Además al conocer a la chica me cayó muy bien. Por ello planeamos juntarnos los tres en Agosto en casa de ella. Sin embargo en la videollamada la chica propuso venir a mi casa un sábado junto a Julio. Y así empezó una aventura que nunca olvidaré.
Todo comienza a las 15:30 del sábado. La chica llega desde Benidorm. Vamos a recogerla y la invitamos a comer. Después comienza la sobremesa, la cual amenizamos con un juego sexual inventado por Julio. El juego consta de un dado y una hoja de papel, la cual indica qué debe hacer el jugador, según vaya sacando en el dado. Poco a poco vamos quedándonos desnudos y cachondos: besos en el cuello, boca o cuerpo; bailes sensuales; juegos eróticos; e incluso secretos ocultos de cada uno. Todo esto nos termina llevando desde el sofá a la cama de matrimonio en la cual llevamos a cabo todo lo que nuestra imaginación fantaseaba. Entre otras cosas intentamos la penetración anal. Misión imposible, dada la virginidad de la chica y nuestra falta de experiencia. Eso no evitó el intento distintas veces, usando lubricante y intantando dilatar el ano, lo que también nos gustó mucho.
Me hizo unas mamadas como nunca me habían hecho. Y la experiencia de probar cosas nuevas, como posturas con tres personas, fue increíble. Después de unas horas decidimos descansar un poco, para después ducharnos los tres juntos y volver a ponernos a tono. La chica tuvo varios orgasmos, lo que a mi amigo y a mí nos encantó. Luego nos hicimos la cena y recuperamos fuerzas, para volver con más ímpetu si cabe. Preocupándonos menos de la penetración anal y centrándonos en lo que nos había funcionado. También intentando una doble penetración vaginal, con la cual sí nos fue mejor.
La chica, que es un auténtico prodigio en el sexo, era capaz de agotarnos a los dos. Así que fuimos turnándonos con ella. Hasta que ya de madrugada nos quedamos dormidos los tres en la cama de matrimonio. Más tarde me desperté con frío y decidí irme a la cama. Dormí plácidamente hasta la mañana del domingo, la cual no podría empezar mejor. Ella vino a despertarme a mi cama. Se me puso encima y gozamos de placer con varias posturas. Fue Mi primer trío. Así terminamos una gran aventura de la que no me olvidaré en la vida.
