Lo que voy a contar lo que sucedió hace 6 veranos pero lo recuerdo como si fuese ayer. Mi familia andaba bien de dinero ese verano y decidimos ir con amigos a un hotel en Lanzarote. Os cuento mis vacaciones en Lanzarote.
Yo siempre me he considerado muy tímido por lo que en ese momento el contacto que había tenido con chicas era casi nulo, pero ese verano me armé de valor y decidí tomar la iniciativa si conocía a alguna chica allí. Durante los dos primeros días que pasamos allí estuve con poco interés en conocer chicas y más en disfrutar pasando el tiempo con mis padres y hermanos pero después me crucé con una chica morena. Aparentemente ella era más mayor que yo, pero eso hacía que me llamase más la atención.
Ella era morena, de mi estatura, con un pecho llamativo y una cara muy bonita. Decidí ir a donde estaba y hablar con ella. Mi sorpresa al llegar a donde estaba la chica fue que ella también se había fijado en mí y estaba ansiosa de conocerme un poco más.
Durante unos días estuvimos hablando sin más, sin besos ni roces hasta que ella empezó a besarme una noche. Me besaba como si no hubiese un mañana y me tocaba todo el cuerpo. Yo sentía como poco a poco mi deseo sexual iba creciendo y empecé a tocar yo también, aunque con temor de hacerlo mal pues a mis 16 años aún era virgen.
Ella parecía estar encantada de lo que yo hacía así que me llevó tirando del brazo a su habitación y me desnudó rápidamente. Quizás yo no imaginaba así mi primera vez, pero era tal el deseo que me dio igual y accedí a acostarme con ella… y fue increíble.
Los dos últimos días del viaje los pasamos metiéndonos mano a todas horas. En el spa, en la piscina, en el comedor por debajo de la mesa…
Querría volver a verla pero ella tuvo que marcharse antes del hotel y sólo me dejó un bonito recuerdo. Su tanga, que todavía conservo.
