No mires para abajo es una película de 2008. Se trata de una de las mejores películas eróticas de Argentina. A continuación veremos el análisis, los créditos, la opinión personal… todos los datos sobre esta excitante obra.
Créditos de No mires para abajo
Título original: No mires para abajo- Año: 2008
- Duración: 87 minutos
- País: Argentina
- Director y guionista: Eliseo Subiela
- Reparto: Leandro Stivelman, Antonella Costa, Octavio Borro, Marzencka Novak, Lía Guerrero, Mónica Galán, Hugo Arana
- Género: Drama, erótico
- Puntuación: 5,4 puntos
Título original: No mires para abajoArgumento de No mires para abajo
Un chico de 19 años trabaja con sus padres en el negocio del cementerio. Pero un día su padre muere y él se verá obligado a madurar en un mundo hostil. Por el camino conocerá a una chica andaluza que le enseñará a tener relaciones sexuales de una forma distinta, para acceder a zonas desconocidas de su espíritu y de su cuerpo.
Mi opinión sobre No mires para abajo
La verdad es que cuando ves esta obra no piensas que es algo que se pueda dar en la realidad. Las chicas solemos ser las que dejamos llevar la iniciativa a los chicos, aunque siempre hay excepciones. En esta película tenemos a una mujer que enseña a un niño (o eso parece) a tener sexo tántrico y lo hace con paciencia, sensibilidad y arte. En ese sentido resulta interesante. Sin embargo basar toda la obra en la relación entre dos personajes acaba por poco menos que aburrir.
La crítica de No mires para abajo
Lo cierto es que esta obra tiene un significado oculto que hace que guste más, si se llega a entender. Eliseo Subiela aborda el tema del sexo tántrico recreándose en la línea que se para la vida de la muerte, el orgasmo del vacío absoluto. En este sentido la relación filosófica, casi mística, es total. Y todo esto se hace sin llegar a ser obsceno, ya que no se enseña mucho a pesar de que casi todas las escenas son de sexo. Esto sumado a que las escenas eróticas no desbordan pasión y al aburrido guión, tenemos poco más que un manual de posturas sexuales del Kamasutra. Es por ello que con un buen planteamiento la obra muere en su ritmo lento.
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