Cada vez es más habitual que las nuevas tecnologías dejen atrás formatos antiguos. Sin embargo se está a punto de dar un gran salto. Un salto en el que lo que se puede dejar atrás serán las experiencias reales en pos de un mundo virtual. Ya sucede en Japón. Veamos pornografía y realidad virtual.
La pornografía y realidad virtual: un peligroso coctel
Si bien es cierto que cada vez los vídeos tienen mayor resolución. Ahora es posible hasta ver las imperfecciones del rostro en películas Blu-Ray. Pero cuando llegue la realidad virtual como algo habitual (ya está entre nosotros aunque con un uso reducido), puede sustituir nuestras vidas. De hecho en Japón ya está instalado como algo normal y las relaciones sexuales se han visto reducidas alarmantemente. Y es que la realidad virtual es una experiencia completamente inmersiva. Evidentemente no se puede comprar con el sexo real, pero la diferencia es tan poca y los beneficios tan importantes, que ya muchas personas han decido mezclar pornografía y realidad virtual para sustituir su vida sexual.
Las ventajas tener sexo con pornografía y realidad virtual
Para empezar hay que destacar que teniendo sexo con este método te lo ahorras en salud. Ni que decir tiene que no existen riesgos de embarazos no deseados, ni enfermedades de transmisión sexual. Cosa que con el sexo real hay que utilizar condón, y aun así no es 100% seguro. Pero lo mejor de todo es que se podrá tener sexo de todo tipo: exhibicionismo, homosexualidad, orgías… No importa el tipo de sexo que quieras tener, incluso por muy perturbado que pueda parecer: será seguro y privado. La pornografía y realidad virtual dará discreción: estás solo. Cada uno en su casa podrá experimentar el mejor sexo, sin miedo al rechazo y cometer una violación. Lo cierto es que en muchos casos para bien puede sustituir el sexo real. Y por último comentar que la inmersión es muy cercana a la realidad. El sonido envolvente y la dimensión milimétrica de todo ayuda mucho.
Las desventajas de la pornografía y realidad virtual
Pero evidentemente sigue teniendo sus inconvenientes. Para empezar la tecnología todavía no es capaz de realizar vídeos virtuales interactivos. De momento lo que hay grabado es lo que podrás ver y tú, como protagonista, no podrás realizar ciertas acciones que te puedan a apetecer. Otra de las desventajas es la de que no es posible recrear todos os sentidos. El olfato a veces ayuda mucho para acelerar las feromonas. Y claro está, en la realidad virtual no lo tenemos. El tacto es otro de los sentidos del que no podremos disfrutar. Aunque hay que reconocer que la buena ambientación del 3D hace que en ocasiones puedas tener la sensación de tocar o de ser tocado. Pero no se puede sentir un cuerpo entre tus manos. Y por último, claro está, que si realmente la pornografía y realidad virtual sustituyen al sexo real, entonces tendremos un problema social.