Saltar al contenido
Login | Registro | Ayuda |

Secreto 17 de Irene

Secreto 17 de Irene

Después de conocer a estos chicos en la piscina, nos fuimos con ellos. Mi amiga estaba convencida de liarse con uno de ellos, mientras yo debía estar para que su amigo no se quedara solo y… ya veríamos lo que pasaría.

Amiga: Si tanto interés tienes hazlo tú.

Yo: ¿Yo? ¿Qué dices que dolor?

Amiga: ¿Por qué tienes miedo a todo siempre? Ahora no pienses en eso y pásatelo bien.

Llegamos hasta una carretera, la cruzamos y después a un camino de tierra, andamos bastante hasta llegar a una cabaña era muy vieja y los dos se pararon y nos miraron.

Chico: Ya hemos llegado venir.

Amiga: Vamos tía.

Yo: ¡Cuantas hiervas! Aquí puede que haya hasta serpientes.

Amiga: Deja de quejarte.

Yo: ¿Y ahora qué?

Le pegaron varias paradas a la puerta hasta que consiguieron entrar.

Amigo: Pasad.

Cuando entré me moría de asco y me picaba hasta la cabeza. Miraron a mi amiga y le preguntaron:

Chico: Bien, ¿con quien te quieres liar?

Amiga: Pues contigo.

Chico: Jajaja, bueno colega salte con su amiga fuera y a ver lo que hacéis ¡eh! Yo tengo un trabajo que hacer.

Me Salí fuera con él. Yo andaba de un lado para otro. Estaba muy nerviosa. Él se asomó por la ventana para mirar lo que estaban haciendo. Se acercó a mí y me miró. Mi corazón comenzó a latir muy rápido.

Yo: ¿Qué hacemos?

Amigo: ¿Te quieres liar conmigo?

Yo: Yo… eh… pues…

Me sonó el móvil. Era mi padre pero la batería se agotó del todo y se apagó sin podérselo coger. Miré la hora y eran las 10 menos cuarto y me habían dicho a las 10. Pues seguro que debían de estar preocupados porque desde las 11 del medio día que nos fuimos a la piscina no habíamos aparecido ni para dejar los macutos.

Yo: Yo me tengo que ir lo siento ¡Vamos a llegar tarde! ¡Venga vámonos!

Amiga: ¡Espérate!

Yo: Llego tarde y me van a castigar.

Amigo: tranquila seguro que no es para tanto.

Yo: Me voy seguro que otro día tenemos tiempo.

Eché a correr como pude hasta llegar a mi casa. Llegué a las 10:01 abrí la puerta pero mis padres no estaban, cargue el móvil y vi que tenía un montón de llamadas. Al rato tocaron al timbre era mi amiga.

Amiga: Nena, ¿por qué me has dejado sola?

Yo: Porque llegaba tarde y tú no salías.

Amiga: No me dejaba salir, estaba en la puerta apoyado besándome y me ha encantado.

Yo: Tía mis padres no están y tengo un montón de llamadas de mis padres y del tuyo.

Amiga: Me voy a mi casa mañana nos vemos.

Yo: vale hasta luego.

A los cinco minutos vinieron mis padres.

Papa: ¿Estas aquí ya? Menos mal, pues que sepas que estás castigada una semana sin salir; el padre de azucena me ha llamado muy preocupado que no sabia donde estabas ya que hacía rato que habías salido de la piscina y los móviles estaban sin batería.

Yo: Papá llama a su padre la va a matar.

Papá: No seas exagerada.

Yo: Tú no conoces a su padre

Lo llamo y mi padre escuchó a mi amiga llorando al otro lado del teléfono. Su padre le explicó que sólo le había pegado una bofetada.

Papá: ¿Se puede saber donde habéis estado?

Yo: Hemos ido a la piscina y nos hemos ido con unos amigos y yo he venido a mi hora

Papá: En eso tienes razón, vale te quito el castigo pero el móvil lo tienes para algo.

Secreto anterior | Secretos de Irene | Secreto siguiente

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *