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Cena y revolcón

Cena y revolcón

Estuve hablando por el Messenger durante dos meses, con el chico que conocí en noche vieja. Fue muy simpático conmigo y enseguida se ganó mi confianza. Hicimos cibersexo, sexo telefónico y teníamos muchas ganas de volver a quedar en persona.

Vivía en una ciudad cercana a Madrid también, pero no tenía coche y tampoco trabajaba, por lo que no podía venir a Parla a estar conmigo. Con la amiga del coche perdí completamente la amistad. Ella estaba muy ciega con su novio, porque después de lo que ocurrió aun dijimos de quedar en un par de ocasiones pero siempre nos daba plantón por algún plan mejor que le surgía con su chico. Así que decidimos dejar de juntarnos con ella y cuando salíamos teníamos que hacerlo por los garitos de aquí. Lo comento para dejar claro que yo tampoco podía ir a ver al chico este.

Fue al cabo de dos meses cuando pudo venir a verme. Lo hizo una noche con un amigo que tenía coche y para convencerlo, también quedaron con otra chica de por aquí. Me recogieron y fuimos al McDonalds. De camino, me senté entre la chica y mi cita, rozando mi culo en sus rodillas al pasar, y aprovechó para acariciarme. Con la excusa de que el coche era un poco pequeño, al tomar las curvas no dejaba mis tetas quietas. Y la otra mirando. Bueno, cuando lo vio giro la cabeza bruscamente y después giraba los ojos como si algo le molestara.

Llegamos al McDonalds, cenamos charlando, lo pasamos genial y reímos mucho. Los dos chicos, caballerosos, nos pagaron. El que iba conmigo era de estatura media, constitución también normal tirando a flaco, pelo corto sin barba y de cara bastante guapo. Su amigo era un poco raro. Hablaba más deprisa de lo normal y tenía una perilla larga que me desagradó.

Cuando fui al aseo con la chica, me estuvo comentando que le apetecía ligar pero que no terminaba de gustarle el que le había tocado. Yo le dije que estaba muy bien con el otro y que lo conocía haría un par de meses. Todo muy cordial.

Cena y revolcónSalimos y algo estarían hablando, porque cuando llegamos dejaron la conversación. Al terminar nos volvimos al coche. Dijeron de ir a una discoteca a seguir con la marcha. Nos volvieron a invitar y las dos super contentas. Pero entonces, cuando dije de tomarme otra copa aparte de la que venía con la entrada, fue el chico que conducía el que me la pagó. Me quedé un poco extrañada pero empecé a beber y no le di mayor importancia. Poco a poco fui bailando con el que me había invitado y cuando me quise dar cuenta, los otros dos se estaban liando. Me sentó mal porque yo había venido a estar con el que conocí en noche vieja, no con su amigo que además era raro. Le miré mal y, casi por despecho, me fui con el otro a liarme delante de sus morros. En ese momento no lo pensé, pero seguramente lo habían planeado cuando nosotras estábamos en el aseo. Desde luego, la chica estaba encantada. Ese chico sí que le gustaba y no el que me habían dejado a mí. Pero como yo normalmente no soy exigente, me dejé llevar sin pensar que estaba premeditado.

Cena y revolcónEstuvimos así un par de horas más bailando y bebiendo. Me metía mano como podía y yo me hacía la distraída, o le tocaba el trasero disimuladamente. A veces nos enganchábamos en un largo beso de tornillo, saboreándonos las lenguas. Hasta que nos calentamos y dijimos de ir al aparcamiento donde teníamos el coche. Nosotros dos delante y los otros dos detrás, hicimos lo que pudimos. Para empezar nos liamos y nos metimos mano, como desesperados. Se la saqué y empecé a pajearle. Mientras, atrás hacían lo mismo pero más sonoramente, porque como tenían espacio para maniobrar, al tumbarse se daban con la cabeza en los asientos y follaban bastante apretados. Yo tenía que agacharme un poco y esquivar el cambio de marchas. Se la empecé a chupar, pero tenía mucho bello en esa zona y tenía que ir apartando pelos. Me recordó al ex de mi amiga, la que ahora sale con el capullo. Me tuve que quitar varios pelos de la boca antes de seguir. Y también la tenía tirando a pequeña y no sabía manejarla del todo bien. Además, como no había espacio para follar, decidí que con una mamada sería suficiente. Él a mí me masturbó con la mano después y no lo hacía mal del todo. Otra vez volví a sentir el morbo de estar haciendo guarrerías con otra pareja al lado. Me excité sólo de pensarlo y cuando me corrí, con sus dedos húmedos, fue una explosión de gozo.

Me dejaron en la puerta de mi casa y se fueron. Al cabo de los días, vi al chico que conocí en noche vieja en el Messenger y lo mandé a la mierda. No fue tanto que la situación me incomodase, sino que lo hizo engañándome y organizándome un ligue con el otro chico sin consultarme. Y claro, si hacía eso, más adelante a saber que barbaridad. Decidí cortar la relación de raíz. En cambio, con el otro chico sí quería seguir en contacto. Conseguí su Messenger y cuando hablamos me dijo que estaba saliendo con la otra chica. Yo no di crédito a lo que me estaba contando. Si a esa chica no le gustaba él y estaba con el otro chico. Por lo visto sólo estuvieron de rollo. Y como ella prefería novio, se fue con éste aunque le gustaba menos. O tal vez sólo fuera una robanovios. Sea como sea, los borré a todos del Messenger y les dije que no quería volver a saber nada de ellos.

Varios meses después tuve una experiencia con mi amiga, la que se hacía pasar por mi novia, y su ligue, en besos entre tres.

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