Saltar al contenido
Login | Registro | Ayuda |

De todo a nada… una y otra vez

De todo a nada... una y otra vez

Tenía aun 20 añitos cuando por Noviembre me conectaba al chat de Terra deseando conocer chicos nuevos, que me hicieran sentir de nuevo mujer.

Conocí a varios, los típicos salidos que no me hicieron ningún tilín. Pero hubo uno que estaba buenísimo y encima parecía estar interesado en mí, no en mi cuerpo. Le pasé mi Messenger y desde allí nos tirábamos horas hablando y le ponía la cam. Le enseñaba sensualmente mi escote. Pues, aunque no quería que me viera como una guarra, sí quería atraerle sexualmente. Un día me lancé y me dejé ver las tetas. Desde entonces todos los días me insistía en quedar. Yo, como siempre, me dejaba querer un tiempo hasta que finalmente quedamos. Nos vimos en un parque y allí mismo nos liamos. Disimuladamente me metía mano por debajo de la ropa. Sentí un calentón brutal pero me corté porque había gente pasando. Ese mismo día empezamos a salir. Yo lo vi como mi nuevo príncipe azul y él estaba encantado. Me dijo que le gustaba mucho y quería acostarse ya conmigo. Me hice la tímida, pero no le dije que no.

Esa misma noche me llamó y acabamos haciendo sexo telefónico. Nos contamos las experiencias sexuales por las que habíamos pasado. Acabé con las bragas empapadas y sentí un fuerte orgasmo. Realmente me entraron deseos de acostarme con él. Le dije que me sentía plenamente vinculada y que estaba dispuesta a hacer todo lo que él quisiera.

Ese día dormí feliz. Había conocido a un chico maravilloso. Me hacía sentir especial. Me moría de gusto de pensar en todo lo que íbamos a hacer. Pero al día siguiente cuando nos vimos me dijo que no podíamos salir porque se había dado un tiempo en una larga relación y se lo estaba pensando. Me quedé muy triste, pero al cabo de las horas pensé que mejor terminar antes que después. Si no podía ser, no podía ser, y no había que darle más vueltas.

De todo a nada... una y otra vez

Al día siguiente me llamó diciéndome que lo había pensado mejor y que no iba a volver con su ex. Que había estado mejor conmigo un día que con ella dos años y que tenía su decisión tomada. Me llevé una tremenda alegría y quedamos al momento. Fuimos a otro parque discreto y allí nos comimos a besos y me lo llevé a un rincón donde le hice una monumental mamada. La tenía bastante grande y no podía metérmela hasta el fondo porque me llegaba a la garganta, pero no me importó. También tenía que abrir demasiado la boca para que entrase, debido a su grosor. Lo cierto es que no disfruté nada chupándosela, pero aun así se la hice con todas mis ganas para que quedase totalmente satisfecho. Lo que sí pensé fue que me lo tenía que tirar cuanto antes porque con ese tamaño seguramente disfrutaría mucho de los polvos que echásemos. Y claro, en la calle no quería hacerlo, ya bastante nos exponíamos a que nos vieran. De hecho, por encima de la valla se asomaba un crío que tal vez nos vio entrar al final del parque. Enseguida paramos y salimos con una vergüenza para morirnos.

De nuevo al día siguiente otro chasco. Cuando quedamos me dijo que todo el mundo aun pensaba que estaba con su ex porque como sólo se habían dado un tiempo no habían querido decir nada por si volvían. Total que me volví a mi casa llorando pensando que el sueño se había roto. Pero ni mucho menos.

Al día siguiente me llamó pidiéndome de volver. Que había dicho a sus padres que había roto con su ex y que estaba libre para empezar otra relación. De repente, lo que antes creía roto, se arregló. Lo vi como un gran gesto por su parte. Y me lancé a sus brazos. Quedamos esta vez con un amigo suyo que nos llevó en su coche a su campo. Allí estuvimos hablando un rato hasta que me lo llevé a una habitación. Me desnudé totalmente y empecé con la mamada, hasta que se le puso dura y me tumbé en la cama. Me empezó a penetrar, con condón por supuesto. Al principió me dolió porque aunque estaba húmeda y resbalaba, hacía presión. Pero una vez entró en mi coño y se empezó a deslizar bien, notaba como me llenaba y la excitación aumentaba por segundos. Si me hubiera querido follar el culo, me habría destrozado. Pero no, me la metió sólo por la vagina y empecé a gritar, a riesgo de que me oyera su amigo. Me agarraba con fuerza las tetas y eso me causaba tal excitación que me hizo repartir el placer por todo mi cuerpo. Sentí como escalofríos de gozo que me hicieron gritar como una loca. Y ese día tuve como cuatro orgasmos, uno detrás de otro. Lo que me hizo recordar mi condición de multiorgásmica.

Otra curiosidad fue que al terminar, estaba empapada. No podía vestirme así y le pedí papel al amigo que estaba fuera. Me lo trajo y aunque intenté sacar la mano para no abrir la puerta, la abrí un poco más de la cuenta y me acabó viendo. Agaché la cara con una media sonrisa, porque sentí como me deseaba y si no fuera porque era mi príncipe azul al que me estaba tirando, lo abría introducido en la relación sexual.

De nuevo al día siguiente me volvió a dejar. Esta vez me dijo que con su ex se había comprado un piso en Valencia y que a él le encantaba la playa y aunque no la quisiera sí quería irse allí a vivir. Que allí tenía amigos con los que prefería estar, y lo más sorprendente, que iba a volver con ella sólo para vivir la vida que siempre había querido. Y que a mí me amaba de verdad y siempre me llevaría en el corazón.

Esta vez el trauma fue mayor. Ya estábamos unidos sentimentalmente y la ruptura fue más fuerte. Saber que me quería y se acordaría de mí no ayudaba. Me puse la canción de «Cuando te vayas» de Melocos. Ese dulce olor a sal sería la fragancia que entraría en su habitación cuando abriera la ventana… Y nada, me volví a casa a llorar. Esta vez pensé que era de verdad porque tardó varios días en volver a llamarme. Cuando lo hizo me aseguró que me echaba tanto de menos que no podía irse y dejarme a mí aquí. Que si no estaba conmigo no podía ser feliz y daba igual que estuviera en Valencia, en el mar o en el cielo. Me dijo con tanto entusiasmo y tanto ímpetu que me cautivó y volví a echarme a sus brazos.

De todo a nada... una y otra vez

En esta ocasión estuvimos casi una semana juntos. En ese tiempo nos acostamos varias veces y pasamos mucho tiempo juntos. Ya pensaba que sería para siempre. Pero entonces vi cosas que no me gustaron un pelo de él. Resulta que el piso de Valencia era de ella y que había estado todo el verano allí, viviendo en su casa. Se habían dado otro tiempo estando allí y durante ese periodo se había visto con otra chica, delante de sus morros. Eso me hizo sentir como una más y sobretodo sentí que no era el príncipe azul que creía, sino un chico guapo, encantador, con la única intención de acostarse con cuantas más chicas mejor, sin importarle hacer daño a las que estaban por él. Y a mí particularmente me hizo muchísimo daño. Cuando me acompañaba a mi casa, después de salir de fiesta, llamaba a su ex. Me dijo que era su amiga y que podía hablar con ella si le apetecía. Me enseñaba fotos liándose con chicas. Y en fin, mil cosas que me hicieron sentir muy mal. Pero el colmo fue cuando un día le llamó una chica con la única intención de tirárselo. Mi sorpresa fue cuando vi que le daba bola. Cuando colgó me dijo que le había dado largas. Yo indignada. Ella le había dicho, que yo lo había oído, a ver cuando quedamos para repetir… a lo que él respondía: ya quedaremos. Y cuando me dijo que con ella sólo quedaba para follar y que le ponía los cuernos a su ex así, ya me quedé convencida de que no merecía la pena. Pero de todas formas pensé que podría estar enamorado de verdad de mí y aunque fuera un cabrón tal vez conmigo se portase bien. Pero que va. Cuando llevábamos 6 días saliendo justamente desde la última reconciliación, le llama esta chica para quedar. Entonces yo me puse seria y le dije que no quedase con ella porque ahora estaba conmigo y ella iba a lo que iba. A lo que me respondió que ahora es sólo una amiga y que me quería y no iba a hacer nada. Total que discutimos y lo volvimos a dejar por ella. Me dijo que si no podía tener libertad y amigas que no quería tener novia. Pero lo más fuerte es que un día estábamos con más amigos, (porque aunque no salíamos juntos, en Madrid teníamos el mismo grupo de amigos) apalancados en el sofá de un local que teníamos juntos, (esa era otra, con la relación tan caótica que teníamos estábamos obligados a estar juntos y ahora que se había decidido a no ir a Valencia volvimos a dejarlo y nos teníamos que ver obligatoriamente). Resulta que le llama esta chica para volver a verle y va y le dice que no iba a quedar con ella, que estaba bien donde estaba y no quería moverse. Ahí me sentí más ofendida que cuando estaba con él. Me explico. Resulta que cuando estaba conmigo no era capaz de no quedar con ella por mí. Pero ahora que estaba soltero, por estar cómodo en el sofá no quedaba. Me sentí como una mierda. ¿Realmente me habría valorado algo en todo este tiempo? Una semana saliendo y un mes desde que nos conocimos en persona, con tantos sentimientos por medio. ¿Qué era yo para él? Nada. Así que me sentí humillada del todo, dejé el local y me volví a encerrarme en mi casa, a llorar y a maldecir el tiempo que estuvimos juntos.

Aun nos vimos unas cuantas veces más en el local, donde nos liamos una vez, pero enseguida me eché para atrás porque no quería volver a pasarlo mal. Al cabo de un par de meses se fue definitivamente a Valencia.

Me hice fuerte y pensé que algo así no me iba a volver a pasar… pero me equivoqué. Podéis descubrirlo en la experiencia año nuevo, relación nueva.

Anterior | Secretos íntimos | Siguiente

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comentarios (5)

La mujer ofrece sexo a cambio de amor y el hombre ofrece amor a cambio de sexo …

Responder

Si lo lees bien, sólo fue pura fachada para que yo estuviera encantada con él…

Responder

Por eso te digo que te ofreció el amor y tu caíste , el quería sexo y para conseguirlo te dijo que bellos ojos tienes caperucita … Si es que ….como nos complicamos la vida , para cuatro días … Ainsss besotes reina te sigo

Responder

Jajajaja, eres tonta y encima hipócrita. Tú puedes follarte a otros estando soltera porque quieres cumplir todas tus fantasías y los chicos con los que estás tienen que tener exclusividad contigo?No conozco a ninguna tía tan fácil de engañar como tú. Además, está bien claro que la mayoría de tíos que están contigo lo hacen porque eres una guarra, no porque les gustes realmente. Abre los ojos!

Responder

Pero a ver amigo, los chicos también pueden acostarse con la chica que quieran, yo no digo nada sobre eso, pero para sentirme ilusionada a la hora de salir con esa persona, además de hacerme tilín tengo que ver que sólo está por mí. Porque a ver, si está con otra chica, y pensado en salir, será que no me considera enserio para salir. Y bueno, si yo estoy ilusionada con él, pues me llevo un chasco. Yo creo que entiende perfectamente y por ello no soy tonta ni hipócrita.

Responder