Durante el verano conocimos a un chico colombiano con el que tuvimos una buena relación, pero no pudimos quedar porque se fue a trabajar fuera. Ahora ha vuelto a España y por fin hemos podido quedar con él.
Desde que lo conocimos habíamos hablado de ir a un club liberal y hacer intercambio. Nos dio morbo porque nos contó que su pareja era también colombiana y cuando iban al club, acababa haciéndolo con todos los chicos que hubieran. Sin embargo su pareja se tuvo que ir a su país y nuestro amigo le perdió el rastro. Sin embargo lo conocimos en persona y nos cayó genial. Era un chico muy guapo, simpático y prudente.
Ya habían pasado unos meses desde la última vez que hablamos por WhatsApp cuando nos escribió diciendo que quería hacer un trío con Julio y conmigo. Nos contó que cuando su novia volvió de su país cambió de móvil y nunca más supo de ella. Nosotros le dijimos que sí, que cuando quisiera que viniera y haríamos el trío. El caso fue que aun tardamos un poco en quedar, porque estaba fuera trabajando, pero quedamos para el primer día que estuviera aquí.
Llegó a nuestra casa con una botella de vino y otra de coca-cola. Hicimos calimocho mezclándolo con azúcar y hielo. También sacamos unas bolas rellenas de nata para acompañarlo. Empezamos a jugar al Mario Party 9, a los minijuegos, y cada vez que uno perdía se quitaba una prenda. La condición era que el que ganara elegiría lo que le gustaría hacer. Así que nada, nos pusimos con el calimocho, los minijuegos y quitándonos prendes. Tiramos los cubatas varias veces sobre la mesa, entre risas y mucho cachondeo. El primero en quedarse desnudo fue Julio, después yo y fue nuestro amigo colombiano quien ganó el juego. Entonces pidió que le hiciera una mamada. Nos fuimos al cuarto, me tumbé en la cama y mientras Julio se pajeaba a mi lado, acariciándome con unas manos muy heladas, empecé a chupársela al colombiano.
Tenía la polla un poco más pequeña que Julio, también depilada (por cierto Julio y yo nos rasuramos para hacer practicas liberales). Me la podía meter entera en la boca y empujaba, de lado. Julio aumentó el ritmo de su paja justo detrás de mí, ya que yo estaba inclinada hacia el borde de la cama, donde estaba nuestro amigo colombiano. Sentí mocho morbo al notar que a mi pareja le excitaba verme comiéndosela a otro, incluso llegué a sentir un orgasmo sin tocarme el clítoris. Lo que más me excitó fue eso: Ver a Julio completamente cachondo al verme mamar, tanto que se corrió y siguió masturbándose. Mientras yo no paraba: Me la metía y la sacaba, una y otra vez. Finalmente conseguí que se corriera. En ese momento sentí toda su excitación liberada y el semen calentito hinchando su verga. Me aparté un poco, porque era la primera vez que hacía algo con él y el semen cayó sobre mis tetas. Estaba desnuda por el juego y permití pringarme un poco el cuerpo.
Nuestro amigo se fue, porque tenía prisa y en cuanto nos quedamos a solas Julio volvió al ataque y me echó un buen polvo, a pelo. Estuvimos sobre 20 minutos follando. Primero con el misionero. Yo estaba tumbada, viendo la tele que tenemos colgada en la pared del cuarto y Julio penetrándome de frente, levantando su cuerpo con las manos y agachándose frenéticamente como si hiciera flexiones. Después puso una pierna sobre una de las mías y me folló de lado. De esta manera pudo apoyarse contra la cama y dar embestidas más fuertes. Y finalmente volvimos a la posición del principio, donde volvió a clavarme su polla de 17 centímetros. Yo me corrí por segunda vez en la noche, quedándome completamente relajada. Julio me dio algunas embestidas más, hasta que finalmente él también se corrió. Fue una noche loca y sólo era el principio.
Habíamos quedado con nuestro amigo para hacer un vídeo donde yo haría una doble mamada a los dos y se correrían en mi boca o en m cuerpo. Este vídeo se subiría a la página web y se añadiría a los vídeos ya subidos.
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