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Ester y yo buscando cita doble en el chat

Ester y yo buscando cita doble en el chat

Como Víctor sabía todo lo que me había ocurrido con Ester me propuso que tuviera un lio con un chico al mismo tiempo que ella tenía otro con otro chico. Podrían ser dos amigos que venían a conocer chicas, y así disfrutaríamos el doble.

Yo, cuando quedaba con gente del chat, era para que nadie de mi entorno pudiera contar nada. Si Ester se enteraba de lo que hacía, podría hablar y esa idea me rondaba la cabeza. Sin embargo Víctor me tranquilizó diciéndome que mi amiga nunca diría nada porque yo también conocía sus secretos y si ella hablaba yo también podría hablar. Además, seguramente ella también se desmelenaría, viendo que yo lo hacía y sería como un secreto para las dos. Con mis reservas acepté y una tarde quedé con Ester para conocer chicos por el chat.

Ester y yo buscando cita doble en el chatFue una tarde cuando ya apretaba el calorcito. Cuando estoy sola chateo por el móvil, pero como vino ella lo hice en el portátil. Pusimos de nick dosamigasde18. Ester tenía 18 años y yo los acababa de cumplir hacía bien poco. Hablamos con varios que no nos gustaron nada. Iban muy directos al tema y nos parecieron desagradables. Teníamos que elegir uno para proponerle el plan y lo hicimos con el más simpático que parecía. Le pareció genial la idea de venir con un amigo porque era de Almería capital y prefería hacer el viaje acompañado. Yo le di el Kik, pero Ester se atrevió a darle su número de móvil. Total a ella nadie la controla.

Ester y yo buscando cita doble en el chatCuando quedamos me recordó a la otra vez que quedamos con un chico. Sólo que esta vez tendríamos a uno para cada una y, al menos yo, no me cortaría por lo que pensaran de mí ya que ella iba a ser igual o peor. Esperando como siempre en un banco del puerto, nos aburríamos y tonteamos entre nosotras. Ester pasó su mano por mi brazo y yo le sonreí. Después me acarició la cara, como intentando provocarme para que le diera un beso y se lo di, pero después le dijera que se controlara que no me apetecía que los ligues vieran que somos unas guarrillas. Y paramos hasta que llegaron en un coche blanco.

Todavía no era de noche del todo y nos vieron sentadas en el banco del puerto. Siempre quedo en ese lugar porque es discreto y al mismo tiempo fácil de encontrarnos. Salieron dos chicos jóvenes, de unos ventitantos años. Me sorprendió porque normalmente los chicos con los que quedo del chat no suelen tener la edad que dicen en el chat, pero estos no nos mintieron. Además cuando hablaron fueron simpáticos con nosotras. Decidimos comprar unas litronas para ir a tomárnoslas a un descampado, en un botellón privado. Además, si todo marchaba bien podríamos ir a Almería a bailar un poco, aunque no me había arreglado tanto. Podríamos quedar para otro día. Ya se vería según la marcha.

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