Al principio de mi relación con Julio, pocas veces podíamos encontrarnos a solas con tranquilidad. Nos solíamos ver en el último piso de mi escalera, pero siempre llevando mucho cuidado para que los vecinos no nos vieran. Además, las escaleras son muy incómodas y sólo podía practicarle sexo oral ya que el resto de practicas resultaban difíciles de llevar a cabo allí. Fueron 4 intensos días de sexo.
Cuando mejoró el tiempo mis padres dijeron de irse de vacaciones. Todavía era temporada baja y les resultaba mas barato invitarnos a todos a pasar el puente. Yo, sabiendo que me quedaría sola en casa, les dije que no tenía ganas de ir. Les puse la excusa de que aun no hacía suficiente calor para bañarnos en la piscina o en la playa, pero la idea principal era quedarme los 4 días con mi novio. Y me salió todo perfecto, porque mi familia se fue, y mi novio dijo en su casa que se iba de acampada.
Desde luego, desde el momento que entramos a mi casa, lo hicimos como locos. No me había equivocado con él, porque cuando lo hicimos en la cama, estuvimos así como unas dos horas seguidas cada vez y esperando unos cinco minutos, venía un polvo detrás de otro. Siempre con condón, me daba suave y aumentaba el ritmo cada vez que llegaba a un orgasmo. Por mis gestos sabía como estaba y me hacía retorcer de placer. Yo sabía que era multiorgásmica, pero desde ese momento descubrí que podía llegar muchas veces, tantas veces como se propusiera Julio. La única pega que le podía poner era que le costaba disfrutar en algunas posturas que a mí me encantan. Por lo demás era genial. Y era súper morboso. Me propuso hacer fotos y vídeos. Yo le dije que sí, sin pensarlo. Confiaba plenamente en él y estaba dispuesta a hacer todo lo que me pidiera. Hicimos un vídeo haciéndolo y mamándosela, pero lo borramos porque no salía del todo bien. Teníamos la cámara de fotos, y claro, sólo se podían hacer fotos a calidad aceptable. Y así fue como hicimos los primeros packs de los que dispongo: Desnudándome, Sexi y Mamando y enseñando. Ambos packs documentan gráficamente lo contado aquí.
Vimos películas eróticas y pornográficas, antes de echar el último polvo por la noche. A los pocos días, tras coger más confianza, también contactamos con otras parejas liberales e hicimos cibersexo. Nos encantó porque ambos teníamos una persona del sexo contrario que nos atraía. Fue muy morboso. También me animó a que hiciera cibersexo con otros chicos. Le daba morbo verme en acción, como me ponía cachonda, como me desnudaba… A mí también me daba morbo, pero sobretodo saber que él se excitaba viéndome me daba un plus que me hacía sentir como siempre había querido.
En esos 4 días confirme que Julio era el chico que deseaba tener en mi vida. No sólo me podía satisfacer sexualmente, sino que era liberal como siempre había querido que fuera mi pareja, y me animaba a liarme con otros chicos. La única condición que me puso fue que se lo contase. Estaba encantada. Era lo que siempre había querido. Estaba cumpliendo mis sueños. Y tenía posibilidad de cumplir mis fantasías más íntimas. Así que cada vez que tenía ocasión le demostraba que era esa chica que él quería, desmelenándome y luego contándoselo todo en cada momento… pero eso ya lo contaré en la próxima experiencia… Amigos liberales.
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