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Mamada al chico del chat

Mamada al chico del chat

Lo pasé un poco mal con mi anterior experiencia, pero en cuanto me animé empecé a conocer a chicos del chat. Tenía la intención de hacer algo, y en esta ocasión me lancé… con un chaval fuertote que me había agregado al Messenger y nos habíamos gustado mucho. Fue una experiencia breve, pero muy intensa.

Cuando superé lo de mi primer novio, cumplidos 18 años, lo primero que hice fue pensar en las experiencias que deseaba tener. Entré en el chat de Terra y conocí a muchos chicos más. Por la cam vi varias pollas de salidos que deseaban que les enseñara algo, pero a lo más que llegaba era a abrir un poco el escote. Me moría de ganas de llegar más lejos, pero siempre acababa bloqueándome al pensar que no sabía que intenciones podían llevar. Tonteaba con ellos, dejándome querer y preparando una posible cita. Después de mucho dudar, accedí a quedar con el chico más guapo que me había agregado al Messenger. Era un morenazo cuadrado, muy simpático.

Mamada al chico del chat

Quedamos una mañana en las afueras de la ciudad, ya que llegaba de lejos en coche. Monté en el asiento del copiloto. De cerca impresionaba más que por foto, pero me corté una vez más. Al contrario que él, que se lanzó a besarme. Allí mismo empezamos a liarnos sin haber empezado a hablar. De un momento a otro me entró una calentura en el cuerpo que no había manera de ocultar. El chico me besaba por el cuerpo, detrás de la oreja, en el escote… mientras con su mano hacía círculos sobándome. Estaba como una moto y encima las manos de él tropezaban nerviosas, pugnando por levantar el jersey. Me saqué las tetas, bajándome el sujetador, cuando me las comenzó a devorar.

Empecé a sentir un fuerte deseo, por saciarme. Quería satisfacer mis curiosidades. Probar tanto el sexo oral, como la penetración… hasta el final. No quería que pasara ni un día más sin sentirme mujer. Y decidí saciar primero las ansias de polla hasta notar el fluido ácido llenar mi boca. Tenía que hacerlo. Llevaba desde principio de año con la sensación de que no lo había hecho bien, que ni con el maduro desconocido, ni con mi ex había conseguido lo que me moría por sentir. Tras armarme de valor, arrancándome las cadenas de la timidez, me agaché y empecé a darle mordisquitos en la bragueta. Sus pantalones vaqueros se hincharon por esa zona, debido a la erección, y con mi mejilla y labios acariciaba esa zona, mientras mi mirada seguía fija en sus ojos.

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Los suspiros se desencadenaron, uno tras otro. Empecé a bajarle la cremallera, desabrocharle el botón… y seguí mordisqueando el bulto, ahora sólo con los calzoncillos. «Mámamela guarra«, me dijo. Y entonces la excitación aumentó. Decirme «guarra» me había acelerado las pulsaciones. Le bajé los calzoncillos de un estirón y me encontré con una polla bastante grande, completamente rasurada. Me la llevé a la boca y empecé a chupar, apresuradamente. La ausencia de pelos me hacía despreocuparme de la zona púbica. Sin embargo, algo fallaba. El grosor me impedía sentir la excitación del chico. Además, debía abrir mucho la boca y no lograba estar del todo cómoda. La piel gruesa que me empujaba, era una barrera para el placer… Aún así continué la mamada al chico del chat como una loca, intentando lograr el premio del semen.

Mamada al chico del chat

Al poco me hizo parar de chupar, para quitarme los pantalones. Aunque deseaba sinceramente follar, había decidido hacer sólo una mamada al chico del chat, hasta el final. Me llegué a sentir un poco incómoda, pero me dejé llevar. Primero me empezó a chupar el clítoris, a lengüetazo limpio, después acercó su pene. No se preocupó de ponerse ninguna protección e intentó penetrarme, a lo que le dije que no. Tal vez le hubiera dejado follar si se hubiera colocado preservativo, pero a pelo no. Y le corté el rollo en seco. Me dijo que era una «calientapollas» y una «puta«, y que había perdido el tiempo conmigo. Yo intenté calmarlo, porque me gustaba de verdad y también me sabía mal parar. «Podríamos quedar otro día con la gomita y llegar hasta el final…» pero me hizo bajar del coche y se fue cabreado. Y ya nunca más volví a verlo. ¡Que lástima! Estuve un tiempo sin tener relaciones hasta que en verano me pasó algo. Fue en un espléndido día… Masturbación en la playa.

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Comentarios (3)

Bueno estas cosas pasan con la ignorancia y la juventud … Esta claro que el chaval no supo llevarte .. Paciencia seguro que encontraras a amantes mas experimentados que te harán vibrar …

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bien por tu parte. un blog que ire viendo poco a poco. abrazos

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me encanta tu blog. compartire enlace en el mio. abrazos

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