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Una noche loca

Una noche loca

Chateando volví a conocer a un hombre. Éste tenía 37 años y era de Fuenlabrada. Físicamente no me gustó, porque era gordito, medio calvo y a primera vista, cuando lo vi por cam, parecía que le faltaban luces. Pero según me contó estaba forrado, su familia le daba todo lo que quería y además, tenía un sueldo que disponía de él cuando quería.

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Cuando llevábamos una semana hablando por messenger me pidió una cita y yo le dije que sí. En principio fue por experimentar. Nunca había salido con un chico sin verlo antes y me daba curiosidad por lo que pudiera pasar, y además, sabía que con esa relación me llevaría un buen pellizco de dinero. Así que me dejé llevar. Hice cibersexo incluso. Le hice disfrutar de lo lindo. Cuando vio mis tetas gordas, se quedó babeando mirándome. Cuando lo vi desnudo tenía bastante vello por el pecho, espeso y negro, y una mini polla que casi no se le veía con la arruga que le hacía la barriga. Pero aun así quise seguir adelante. Pensé que me daría morbo acariciarle la barriga mientras se la mamaba, como al anterior. Estuvimos así un par de meses.

Un día me dijo que era su cumpleaños y que iba a venir a recogerme en el coche de unos amigos. Pensé que serían un par como mucho y en el último momento invité a una amiga de confianza. Pero cuando llegaron eran una pareja, un amigo y él. Tuve que darle un beso al vernos, pero a decir verdad me dio asco. Tenía como la boca desencajada y no sabía besar bien. Pero sólo fue un beso y enseguida montamos en el coche. Supe que era retrasado y que su amigo, que tenía 24 años, sólo iba con él para aprovecharse del dinero que podría sacarle. Nos colocamos en el coche como pudimos. Yo me coloqué encima del que era mi supuesto novio, mi amiga al lado, en el asiento de en medio y el chico al otro lado, con la pareja delante. Todos muy apretados.

Al principio nada, pero después, aprovechando el giro del coche en las curvas, los chicos intentaron meternos mano. Yo simplemente le sonreía cuando el mío pasaba disimuladamente su mano por mis pechos. Pero mi amiga se agobió un poco porque no le gustaba que el otro la toquetease. Pero le pedí que no se enfadara porque después nos tenían que traer. Porque claro, fuimos a pasar la tarde y la noche a Fuenlabrada y el domingo había mala combinación para regresar en autobús.

Una noche loca

Cuando llegamos se suponía que había quedado con más amigos pero no se presentaron. Me entró cierta lástima. La pareja que nos recogió era su prima y el novio, y esa noche dijeron de irse de fiesta fuera de Fuenlabrada, los otros amigos ni se presentaron y el que sí estaba venía a ver que podía pescar, tanto de dinero como con mi amiga. Tal vez si no estuviera mi amiga le habría puesto alguna otra excusa. Pero luego me dio rabia porque empezó a presentarme como su novia, incluso a su familia. Había dicho que era su novia desde el primer día que me pidió de salir por Messenger. Bueno pensé, porque al estar lejos de donde vivía, nadie me reconocería y podía hacer las tonterías que quisiera. Por eso pensé en emborracharme y tener una noche loca.

Para cenar fuimos los cuatro a un chino, de lujo. Nos pedimos primero, segundo, postre y para beber un par de botellas de vino que nos tomamos con casera y Coca-Cola. Al terminar nos fuimos a un pub que nos pedían entrada. Todo lo pagó él. Incluso fuimos nos pedimos unas copas, las que quisimos, que las pagó sin protestar. Estuvimos primero bailando. Él contra mí, pegado completamente y yo sacando la cabeza por un lado como podía, disimulando y siempre riéndome. Y mi amiga igual, también con un pedo importante. El amigo Le metía mano según podía, hasta que ella se calentó y acabaron liándose al lado de nosotros. Después nos sentamos en unos sofás y nos pusimos los cuatro apretados. Yo hundía mi cabeza en su cuello, para besarle tiernamente, ya que eso no me daba tanto asco como besarle en la boca, pero tal y como estaba me daba igual una cosa que otra. Y en un momento dado noté su mano acariciándome primero el culo y al ver que no le decía nada, acabó sobándome las tetas discretamente. Pero como estábamos los cuatro apretujados en los sillones, nadie se dio cuenta y yo también le pasé una mano por sus partes. Aunque, al estar mi amiga y su amigo liándose, parecía algo raro y cuando nos dimos cuenta de que los dueños nos miraban con mala cara, antes de que avisaran a nadie, paramos.

Una noche loca

Seguimos la fiesta en la calle. Buscamos un callejón y allí empezamos a liarnos, yo con mi supuesto novio y mi amiga con su amigo. La verdad es que el mío no me gustaba nada, pero la situación de estar con otra pareja me puso muy caliente y se la empecé a mamar con el deseo de que me vieran lo guarra que era. Me podía meter su polla entera en mi boca y su barriga me rozaba en la nariz y frente, y ufff, que calentón. Tuve que parar varias veces para quitarme pelos de la boca, porque el hombre era muy peludo. Mi amiga también se animó a mamarla, porque como no teníamos condón era lo único que se podía hacer. Tal vez no se imaginaban que pudieran ligarnos y montárselo con nosotras hasta el final. Y nosotras, que normalmente llevábamos condones en el bolso, ese día no teníamos y no dijimos de comprar ya que lo hicimos por pasar una buena noche y no porque nos gustasen los chicos. Aunque el chaval no se contentó con que se la mamara solo y le pidió darle por culo. Mi amiga le dijo que no porque no le gusta esa practica. A mí si me gusta pero me callé porque el que me daría sería el retrasado que la tenía pequeña y no me daría ningún placer. Pero claro, a su amigo no le valía con una mamada y al mío ya se había corrido. Por cierto, cuando vi que salía aparté la boca pero no me dio tiempo y tuve que escupir un poco porque el semen estaba muy ácido y asqueroso. El otro siguió liándose con mi amiga, mientras ella le pajeaba. Yo quería apartarme de mi novio y me acerqué a mi amiga, pero al que pajeaba alargó la mano para tocarme. Como estaba a oscuras el callejón sólo se percató mi amiga y notó como me excitaba. Pero claro, no podíamos dejar al retrasado solo y le pedí que lo entretuviera. Me dijo que no, que le daba asco y bueno, acabamos discutiendo y al final se nos cortó el rollo y paramos.

Ya amaneciendo mi novio nos pagó un taxi y pudimos volver a casa, ya que la pareja que nos trajo se había ido. Y aunque estuvimos un tiempo sin quedar, seguimos manteniendo contacto por el Messenger. Pero antes de volver a quedar con este amigo, quedé con otro del chat en un encuentro nocturno.

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